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e la redacción de INFORME DIGITAL Juan Carlos Lucio Godoy, ex dirigente radical y ex candidato a vicegobernador de Cambiemos en fórmula con Alfredo De Angeli, hizo de la lucha contra la corrupción una de sus banderas de campaña más firmes, en sintonía con los lineamientos principales del frente que a nivel nacional encabeza Mauricio Macri. Por ejemplo, cuestionaba que el desfinanciamiento del Iosper se debe en parte a la “mala administración y falta de idoneidad de algunos funcionarios (…) a lo que se agrega sospechas de corrupción”. Así también, ponderaba en aquellos días de discursos y promesas de campaña por las ciudades y pueblos entrerrianos que “desde Cambiemos podemos transformar. La experiencia de nuestros intendentes es una muestra aval de esto: gestionan con transparencia y ejemplaridad la administración de los recursos públicos”. Días atrás, el ex dirigente radical emitió una nota de opinión en la que sentencia: “el pueblo no quiere más corrupción en el Estado”, apuntando contra los funcionarios que “si se aprovechan de los cargos para hacer negocios y si lo roban, deben ser castigados”. Su artículo toma el caso brasilero de denuncias de corrupción contra los más altos mandos del gobierno (Lula Da Silva gate incluído) y sugiere la posibilidad de una réplica a nivel nacional en Argentina y provincial en Entre Ríos. “De golpe la justicia se pone los pantalones” es la figura que usó Godoy para graficarlo. Efecto "boomerang" Paradójicamente, también en estos días se reveló que la Justicia Federal avanza sobre una antigua causa contra la empresa del ex candidato de Cambiemos, Cooperativa Río Uruguay de Seguros Limitada, por el supuesto delito de ´Administración Fraudulenta´. Es un proceso que inició la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), luego de haber comprobado maniobras defraudatorias a partir de la utilización de facturas apócrifas para obtener retornos y eludir el pago de impuestos. La imputación (producida luego de varios allanamientos en su sede de Concepción del Uruguay) busca probar la utilización de facturas truchas, documentación apócrifa utilizada para incrementar ficticiamente los gastos de publicidad entre los años 2001 y 2003. El dato más llamativo fue una rectificación de las declaraciones juradas del IVA de 2001 a 2003, producida en 2005, determinando un importe cercano a 1 millón de pesos de impuestos, reconociendo que las facturas utilizadas habrían sido falsas. La maniobra El ardid habría sido pergeñado para que la publicidad se canalice por dos empresas fantasmas –NB S.A. y TOP Producciones SRL– a las cuales supuestamente la Cooperativa Río Uruguay pagaba la totalidad de los impuestos facturados, pero según surgiría de las actuaciones y comprobantes secuestrados, los cheques que la Cooperativa emitía a favor de estas firmas en muchos casos habrían sido cobrados por personas de la propia entidad, conducida desde entonces por Godoy. Según las fuentes, la maniobra urdida era la siguiente: se obtienen facturas apócrifas, se paga a quien la emite parte del monto facturado y se logra la emisión del pago por parte de la propia cooperativa, retornando el importe a la misma, disminuido en el monto pagado a quien se prestó a la maniobra, publicó UNO. Sobreprecios por $2,5 millones Mediante NB S.A. y TOP Producciones SRL se contrataba pautas para luego ser refacturadas por estas con importes varias veces superiores a la Cooperativa. Dichas publicidades superaban en un 3.000 % (más de 30 veces) los precios reales y además de la documentación respaldatoria, se constató la falsificación de firmas. Los gastos en publicidad eran notoriamente incoherentes con los del mercado local, ya sea en cuanto a la contratación de publicidad en carteles en la ruta, autos de carrera, torneos de tenis, campeonatos de rally, etcétera. La causa judicial avanzó también en la idea del perjuicio a los asociados, ya que por medio de este ardid algunos funcionarios y/o empleados infieles habrían sustraído sumas muy importantes, que generaron intereses y multas por una suma que superó en su momento los 2,5 millones de pesos. Irregularidades Los memoriosos recuerdan que en los últimos años se desvincularon de la cooperativa varias personas por supuestos faltantes de dinero, pero sugestivamente nunca se realizaron denuncias al respecto, tampoco se conoció que el síndico de Río Uruguay detectara irregularidades siendo que su tarea es el control y fiscalización para garantizarle a los asociados sus intereses. De acuerdo a la información trascendida, la AFIP comprobó las maniobras en los períodos 2001 a 2003 y no se descarta que se hayan auditado fechas posteriores.