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os semanas después de anunciar que traería al país los $ 18 millones depositados en un banco de Bahamas, el presidente Mauricio Macri invirtió ese dinero en bonos argentinos. Con la medida, el primer mandatario intenta acallar las críticas que surgieron al momento de conocerse su declaración jurada, en la que explicitaba la existencia de esa cuenta en las Bahamas, país considerado un paraíso fiscal. A través de sus voceros, el Presidente explicó que se trataba "del mismo dinero declarado en cuentas en Suiza y Estados Unidos" en sus declaraciones anteriores. "Lo que sucedió es que (el banco suizo) Julius Baer compró Merrill Lynch y cambió su domicilio a las Bahamas. Es sólo un cambio legal de su agente financiero", explicaron voceros del presidente, según consignó La Nación. El presidente hizo suyo ese argumentocuando visitó la sala de periodistas de la Casa Rosada para anunciar que traería el dinero que mantenía fuera del país. Allí dijo que compraría "Letras del Tesoro argentino" como las que el Gobierno ofreció para endeudarse en los mercados internacionales. La aparición de la cuenta en las Bahamas coincidió además con el envío al Congreso del megaproyecto que incluye el blanqueo de capitales radicados en el exterior como modo de afrontar el pago de sentencias a más de dos millones de jubilados, la otra parte importante de la ley que mañana se debatirá en la Cámara de Diputados. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, había aclarado que "los funcionarios deben ser los primeros en tener el gesto" de traer sus dólares del exterior, horas antes del anuncio presidencial.