E
l gobernador Gustavo Bordet se reunió este jueves con los obispos de Paraná, Juan Alberto Puíggari; de Concordia, Luis Armando Collazuol, y de Gualeguaychú, Jorge Eduardo Lozano. Desde el gobierno aseguran que Bordet “comparte la preocupación de la Iglesia por las adicciones y la contención de los sectores más vulnerables” y que “hubo compromiso de trabajo conjunto”. Tras el encuentro que se realizó en el Salón de Acuerdos, Lozano comentó que la reunión “se dio en un clima de cordialidad, a agenda abierta. No trajimos ninguna preocupación puntual, ni el gobernador nos convocó para alguna situación en concreto”. Por su parte, Puiggari señaló que el objetivo del encuentro “fue conocernos y familiarizar los problemas en los que de alguna manera podemos colaborar y nos preocupan a todos”. Según relató el sacerdote, estos son “la educación en general y la preocupación por tratar de hacer contención para los más pobres”. Pero además, consideró Puiggari, “hay dos grandes problemas en Entre Ríos y el país. Uno de ellos es el tema de la droga, donde hay muchos chicos, sobre todo más pobres, que no tienen ninguna posibilidad de conseguir ayuda en este campo. Entonces estamos queriendo las tres diócesis, a través de las redes de contención, abrir casas para poder recibir a los chicos que sufren este terrible flagelo”. A su turno, Lozano sostuvo que “sobre la cuestión de la droga, le hemos expresado nuestra preocupación que es común entre todos los obispos del país. Estuvimos viendo también algunas iniciativas que encaramos tanto desde la iglesia católica, como de otros cultos y también del Estado provincial para poder contar con algunos centros de atención de adictos”. En tanto, Collazuol manifestó que "hay iniciativas desde el ámbito provincial, consistentes en centros de atención de día: uno en Concordia y otro en Colón, y desde la iglesia tenemos un centro, llamado Juan XXIII, que trabaja con cuatro etapas que los jóvenes van recorriendo”. Se trata de un centro “de comunidad de vida, de recuperación, que está funcionando con muy buenos frutos. Ya hay jóvenes que están en la reinserción laboral, que es la última etapa del proceso”, explicó el cura. A su vez agregó que “en diversas parroquias tenemos lo que se llama los ambulatorios que son previos a la internación y donde se procura hacer un trabajo conjunto no sólo con el adicto sino con la familia”. “Es muy importante que las escuelas puedan tener su identidad propia, vivir su ideario y esto facilitado también desde el sistema educativo, los programas, etc", dijo el concordiense, en tanto, de la cuestión educativa.