E
l Presidente aterrizó este viernes en la capital italiana a las 6.31 (1.31 hora argentina) en el vuelo regular de Alitalia. Lo hizo acompañado por su mujer, Juliana Awada, y su hija, Valentina; el secretario Legal y Técnico, Pablo Clusellas; el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo; el secretario de Culto, Santiago de Estrada, y su segundo, Alfredo Abriani. Macri aterrizó además con su secretario privado, Mariano Lomolino, y Alberto Marani, uno de los médicos de la Unidad Médica Presidencial. En el aeropuerto lo esperaban Tomás Ferrari, embajador argentino en Italia, su par ante la Santa Sede, Rogelio Pfirter, y Hernán Bielus, coordinador general de Asuntos Presidenciales. Además de los funcionarios y colaboradores mencionados, ya habían llegado a esta ciudad italiana los ministros Ricardo Buryaile, Gustavo Santos y Oscar Aguad. Estos dos últimos, invitados para participar de la canonización del cura José Gabriel Brochero, prevista para la mañana del domingo. Buryaile, en tanto, estará este viernes en una muestra agraria en la sede de la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Por estas horas también llegará a Roma la canciller, Susana Malcorra, procedente de España. Este sábado por la mañana Macri se encontrará en privado con el Papa Francisco en el Estudio Anexo del Aula Paulo XI del Vaticano, en lo que será la reunión más esperada por la comitiva presidencial. La cumbre será estrictamente familiar. Por la tarde, en tanto, el Presidente se reunirá en el Hotel Meliá con los embajadores argentinos ante la Unión Europea. Por la noche, aún a la espera de la confirmación oficial, el jefe de Estado volaría en helicóptero junto a su mujer hacia Florencia para cenar con Mateo Renzi, premier italiano. El domingo por la mañana, Macri participará de su último evento oficial en Roma: la misa en la que Francisco canonizará a Brochero, el primer santo nacido y fallecido en la Argentina.