E
l presidente del IAPV, Alfredo Francolini, dijo que está "preocupado" por una resolución N° 122 del ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación -conducido por Rogelio Frigerio- que determina que los institutos de la vivienda de todas las provincias sigan construyendo unidades habitacionales sólo para los grupos familias que ganen menos de dos salarios mínimos. Hoy el salario mínimo vital y móvil es de $ 8.060. En consecuencia, las parejas de dos empleados que cobren más de $ 16.120 ya no se les puede hacer viviendas y tienen que dirigirse a los bancos para gestionar un PROCREAR o los créditos hipotecarios que lanzó el Banco Nación en conjunto con otras entidades privadas. “Justamente la franja más importante nuestra de ingresos nuestra del Instituto de la Vivienda quedaría totalmente afuera”, indicó el funcionario provincial. Se suma así al rechazo a la medida nacional que expresó el diputado provincial del PJ, Juan José Bahillo, quien aseguró que "el IAPV está siendo vaciado como resultado de las medidas tomadas por el gobierno nacional". Beneficiarios y excluídos Según publicó Diario Junio, Francolini ejemplificó que un matrimonio entre un empleado de comercio y un docente, si se suman ambos ingresos, quedan fuera. Lo mismo entre un agente de policía y un docente o dos empleados municipales. “Por decir dos sueldos comunes”, dijo. En Concordia, por caso, en el próximo sorteo de la entidad provincial los ingresos de quienes se anotaron rondan entre $ 10.000 y $ 25.000. Hay 3.000 personas inscriptas para 300 viviendas. “Si se aplicara la resolución, el 73 % de los inscriptos quedarían fuera”, resaltó Francolini. Asimismo, el funcionario dijo que enviaron una propuesta para subdividir entre distintos niveles de vivienda. En la parte inferior de la pirámide, a quienes sólo reúne hasta un salario mínimo vital y móvil ($ 8.000), el segundo escalón para quienes acrediten entre uno y dos salarios ($ 16.000) y el último entre quienes ganen de dos a tres salarios mínimos ($ 24.000). “Ya que ellos tanto hablan de salarios mínimo, vital y móvil. Con esta franja no dejaríamos afuera a ningún nivel, ni siquiera al que no gana nada”, señaló. Una cuota promedio del IAPV es de $ 3.500. No obstante, Francolini dijo que quienes ganen menos no pueden pagar esa cuota. “Lo que decimos es que pague una cuota que es muy inferior, el de término medio que pague los $ 3.500 y el que gana más que subsidie al de más abajo. O sea que las cuotas sean de acuerdo al nivel de los ingresos que tengamos, siempre subsidiada por el Estado Nacional u provincial sino no podríamos estar hablando de esos valores”, señaló. “La respuesta de ellos es que con estas medidas de bancarizar todo harían más cantidad de viviendas, pero una cosa no quita la otra. Creo que tiene que estar bancarizado un sector para aquel que puede calificar y puede tener otros niveles de ingresos grandes y me parece bien que se proyecte hacer viviendas porque la demanda cada vez crece más. Cada vez más viviendas son solicitadas en los institutos, pero hagamos viviendas para los tres niveles. Que haya para todos”, explicó el funcionario. Convenios En tanto, el titular del IAPV expresó que los convenios que tienen con distintos sindicatos como los municipales, Uocra, CEC, Gastronómicos o las cooperativas que compran terrenos para que el Instituto edifique las viviendas, ya no podrán pasar más por el IAPV. En consecuencia, deberían agruparse como asociaciones públicas-privadas por tratarse de entidades intermedias. “Muchas cooperativas y gremios están comprando los terrenos, pagándolos en cuotas, con la expectativa de que el IAPV les haga la vivienda. Hoy eso no estarían contemplado”, alertó.