D

e la redacción de INFORME DIGITAL Hay 34 nombres claves para el futuro del ex ministro de Planificación y actual diputado nacional del kirchnerismo, Julio De Vido. Son los integrantes de la comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, que se reunirán este miércoles y evaluarán que caminos tomar ante el caso del ex funcionario, a quien el gobierno nacional quiere afuera del Congreso de la Nación para que pueda ser ajusticiado por las más de 100 causas de corrupción que enfrenta. De esos 34 diputados, dos son de Entre Ríos. Uno tributa en el oficialismo nacional –aunque ha sabido criticar políticas macristas-, el radical Jorge D’Agostino, vicepresidente segundo de la comisión de Asuntos Constitucionales. La otra es Carolina Gaillard, kirchnerista y de un perfil relativamente alto en los pasillos legislativos nacionales, en parte por ser presidente de la Comisión de Salud de Diputados, silla que aprovecha periódicamente para pegarle al gobierno de Mauricio Macri. Por encima de D’Agostino sólo hay otros dos legisladores: la vicepresidente primera, la ultra K Diana Conti, y el presidente de la Comisión, Pablo Tonelli, macrista de paladar negro y punta de lanza de la Casa Rosada echar a De Vido del Congreso. La eyección del ex funcionario K de la Legislatura sería un éxito para el oficialismo, que milita la imagen de De Vido como “ícono” de la corrupción kirchnerista en el manejo de la obra pública durante 12 años. Si es expulsado, el actual diputado del Frente para la Victoria perdería los fueros parlamentarios y podría ser juzgado por el Poder Judicial como un ciudadano común. Está involucrado en unas 130 causas que investigan supuestas maniobras de corrupción durante el gobierno kirchnerista: imputado en 26 y procesado en cuatro. Pero su desafuero lejos está de ser una certeza. Este miércoles, en la reunión de Asuntos Constitucionales donde se esperan las presencias entrerrianas de D’Agostino y Gaillard, los diputados analizarán las posibles salidas sobre la polémica De Vido. Cambiemos propone expulsarlo y que pierda su legislatura por “inhabilidad moral”, estrategia un poco endeble desde lo constitucional y que ha sido cuestionada desde el propio oficialismo, por caso Ricardo Alfonsín. El massismo, fluctuante entre apoyar o desbaratar los planes que se tejen en la Casa Rosada, evalúa proponer la suspensión del ex ministro como diputado. Graciela Camaño anticipó que el sector aceptaría el desafuero de De Vido "si lo pide el juez", pero no si no media dicha medida judicial. Similar lectura hace el bloque Justicialista del también ex funcionario K, Diego Bossio, que tiene los 17 votos que pueden salvar al ex ministro o confirmar su desafuero. El kirchnerismo, por supuesto, intentará desestimar cualquier cambio de situación de De Vido, no solamente su expulsión. Propondría, como alternativa, que antes de sancionarlo se pidan todas las causas judiciales en su contra para estudiarlas en el ámbito del Congreso. Los K solicitarían precisiones de fechas de inicio de las causas contra De Vido, "impulsos procesales por parte del Ministerio Público Fiscal", "estado actual" y si en algún caso se aprovechó de los fueros para no asistir a Tribunales, precisó La Política Online. Si hay definiciones, este miércoles se conocerán los dictámenes que, con respectivos planteos, se llevarán al recinto para votarse en sesión. Allí se necesitan dos tercios del total de diputados para aprobar una moción. El macrismo intentará consensuar una propuesta con el massismo, para ganar consistencia a la hora del sufragio. Sabido es que a Cambiemos en soledad le faltan muchos votos en Diputados para ganar una alzada de manos.