E

l presidente Mauricio Macri anunció este lunes tres medidas centrales con las que busca "dar el ejemplo" desde el gobierno nacional hacia otras jurisdicciones tras el objetivo de achicar el déficit fiscal (récord) del país: reducirá 20% la planta de cargos políticos en el Poder Ejecutivo, no habrá aumento salarial para él, ministros, secretarios y subsecretarios durante el año y quedará prohibido el ingreso de familiares de ministros al gobierno. Si bien la tercera medida es de carácter más bien simbólico y no tendrá impacto en las cuentas públicas, sí corresponde analizar las reales implicancias del plan de ajuste de funcionarios del gobierno de Cambiemos en la lucha por el objetivo que dice perseguir. Si la reducción del gasto en salarios de funcionarios políticos es de $1.500 millones, como lo indicó el Presidente, esto significa una reducción del 0,47% de la masa salarial de la Administración Pública Nacional, que, según el Presupuesto 2018, tiene previsto pagar sueldos entre la Administración Central, los Organismos Descentralizados y las Instituciones de la Seguridad Social, por $319.128 millones. El ahorro sobre el gasto público total de la Administración Pública Nacional, que es de $2,9 billones, es del 0,052% del gasto total. La masa salarial de la Administración Pública Nacional es de $319.128 millones. El déficit fiscal, incluyendo los intereses de la deuda, como corresponde medirlo, fue del 5,9% de PBI en 2016 y del 6,1% del PBI en 2017. Los $1.500 millones de ahorro en sueldos de funcionarios políticos son equivalentes al 0,012% del PBI proyectado por el gobierno para 2018 y del 0,015% del PBI de 2017, tomando los datos del Presupuesto para el corriente año. Es decir, lejos se está de una reducción mínimamente significativa del déficit fiscal, salvo que lo que se anunció este lunes continúe en el tiempo. Por otra parte, en cuanto a la cantidad de cargos políticos que orbitan en el Poder ejecutivo, lo anunciado por el Presidente es como volver al 10 de diciembre de 2015, cuando asumió. Es que la estructura de la Administración Central aumentó 18,2% entre 2015 y 2016. Si bien ahora hay un par de ministerios menos, reducir un 25% los cargos, si va acompañado con una reducción de la estructura del Estado en el mismo porcentaje, es casi como volver al punto de partida. Es decir, al nivel de estructura burocrática que dejó el kirchnerismo, que a su vez, ya había crecido enormemente respecto a 2003, momento en que ya el gasto público era alto.Por ejemplo, en 2003 había 12 ministerios, con el kirchnerismo treparon a 18 y con Cambiemos llegaron a 23, para luego bajar a 21. De acuerdo a datos del Centro de implementación de Políticas Públicas para la Igualdad y el Crecimiento (Cippec), en 2003 había 67 organismos descentralizados, en 2015 se amplió a 88 organismos y en 2016 se redujo a 87. En 2003 había 44 empresas públicas, en 2015 habían trepado a 55 y en 2016 a 56. Es decir, el Estado fue creciendo sistemáticamente incluso desde la primera Constitución Nacional de 1853/60 que establecía 5 ministerios.