D
e la redacción de INFORME DIGITAL La tensión entre el gobierno nacional y la mayoría de la conducción de la Confederación General de Trabajadores (CGT) camino a la movilización del próximo 22 crece en temperatura y en Entre Ríos hay repercusiones. La Regional Paraná de la CGT sentó posición a favor de la Central, cuestionó el “ataque” del gobierno nacional hacia los gremios y manifestó la necesidad de “sindicatos unidos y una central obrera fuerte” para enfrentar las medidas. “El gobierno nacional tiene claro que el único sector fuerte y de real oposición a sus políticas nefastas es el Movimiento Obrero Organizado”, definió la Regional en un comunicado y consideró que para el macrismo “es necesario debilitar a los sindicatos, ahogarlos financieramente, que pierdan fuentes de trabajo, que reduzcan sus recursos, que se debiliten al extremo y cedan a las exigencias del mercado”. Como ejemplos, mencionaron los dirigentes que “el gobierno anula por decreto la paritaria docente y alienta la desafiliación de los trabajadores del Suteba; los empresarios del sector camionero exigen que el gremio resigne la mitad de la asignación por antigüedad a cambio del tradicional bono de fin de año; al empresario bancario el Ministerio de Trabajo lo acompaña sacando una resolución que anula la ‘cuota solidaria’ como señal de presión hacia la Asociación Bancaria”. En este marco, la regional Paraná lanzó que “hasta la dirigencia dialoguista de algunos sindicatos ha comprobado en este enero caliente que la guerra ha sido desatada. Que la confrontación resulta inevitable” y concluyó que “los sindicatos unidos y una Central Obrera fuerte son nuestra mejor arma para asegurar la victoria. El enemigo lo sabe, por eso en este mes de enero ha recrudecido su ataque”. Tensión La pelea entre la Casa Rosada y el sindicalismo está en uno de sus momentos más críticos. Camioneros logró el apoyo de dos triunviros Juan Carlos Schmid (moyanista) y Carlos Acuña (barrionuevista) para su movilización del próximo 22, aunque el tercer integrante de la conducción nacional, Héctor Daer, se desligó por considerarlo un “capricho” del ex secretario General, Hugo Moyano. El camionero y el macrismo mantienen un duro enfrentamiento en los medios y se acusan mutuamente: el dirigente al gobierno por impulsar causas judiciales para desprestigiar sus iniciativas sindicales; la Casa Rosada al gremialista por buscar respaldo en los trabajadores y victimizarse por sus cuentas pendientes con la Justicia, donde investigan su patrimonio y sus manejos en la conducción del club Independiente. En este contexto se suman novedades. Este fin de semana explotó la división en el Triunvirato con cruces entre Daer y Acuña por el apoyo o no a la movilización de Moyano. Por otra parte, seguidores de Cambiemos impulsan una convocatoria –de la que el gobierno no se hace cargo, como ocurrió en manifestaciones anteriores- para el 17 de febrero, con el hashtag #17F en las redes sociales y la consigna “Patria o Moyano”.