E
n plena negociación con el FMI y con el dólar sin techo, Macri decidió incorporar al presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, y al ministro del Interior y jefe político de Cambiemos en Entre Ríos, Rogelio Frigerio, al grupo reducido que se reúne todas las semanas para definir el rumbo de la gestión. Hasta ahora, la mesa de decisiones se limitaba al jefe de Gabinete, Marcos Peña ; la gobernadora María Eugenia Vidal , y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. En los próximos días se formalizarían además los ingresos de al menos dos gobernadores radicales: Alfredo Cornejo (Mendoza) y Gerardo Morales (Jujuy). Se trata de la primera reacción del Presidente ante el reclamo generalizado de sus socios de Cambiemos, el radicalismo y la Coalición Cívica, y de la oposición, en particular del peronismo federal, de que su gobierno "se había cerrado". Este lunes al mediodía se dio el primer encuentro en la Casa Rosada. Ahí hablaron los seis durante una hora y media. "Fue una muy buena reunión", confiaron testigos. Peña fue el encargado de oficializar la decisión del jefe del Estado. La apertura de la mesa de conducción, tras la devaluación y en la víspera del vencimiento de Lebac, fue también una señal de debilitamiento del poder de los encargados de seguir los avances de la gestión: Peña, y los secretarios de Coordinación Interministerial, Mario Quintana, y de Coordinación de Políticas Públicas, Gustavo Lopetegui. "Hay un cambio en el sistema general; estos últimos 15 días todo crujió", reconocieron fuentes oficiales, según consignó La Nación. Las incorporaciones de Frigerio y de Monzó, que hasta ayer estaba prácticamente jubilado en el oficialismo -había anunciado que no renovaría su banca y deslizó que pretendía una embajada en Europa-, fueron la respuesta de Macri a los diagnósticos que escuchó de la gran mayoría de quienes lo vieron en los últimos 10 días. Hasta ayer existía un "Cambiemos A" y un "Cambiemos B", según el relato de un integrante del gabinete. El primer lote lo integraban Peña, Vidal y Rodríguez Larreta. En el segundo estaba el resto. Esto significó "un ascenso" para Monzó y Frigerio. Desde la Jefatura de Gabinete lo consideraron "positivas" las incorporaciones y pronosticaron que se viene "una etapa más política". En la Casa Rosada se destaca que ambos serán fundamentales para los tiempos que vienen. Monzó, que la semana última se reunió con Vidal para terminar de limar asperezas, en el Congreso, y Frigerio, que tiene a su cargo la relación con los gobernadores. "Es un reconocimiento para lo que negocian", destacaron fuentes oficiales. Este lunes, además, el Gobierno sumó un nuevo respaldo para la crisis cambiaria: los jefes de los bloques del Senado manifestaron su "compromiso" y "voluntad por defender los intereses de todos los argentinos". Estuvieron Federico Pinedo, Miguel Pichetto (Argentina Federal), Juan Carlos Romero (Interbloque Federal), Luis Naidenoff (Cambiemos), Ángel Rozas (UCR), Humberto Schiavoni (Pro), Roberto Basualdo (Bloque Producción y Trabajo), Carlos Reutemann (Bloque Santa Fe Federal) y Adolfo Rodríguez Saá (Bloque Justicialista San Luis). Se abrió un período de negociación que alienta las expectativas del oficialismo de lograr un acuerdo con parte de la oposición que termine por sepultar el proyecto de ley antitarifazos en el Senado. La reunión formó parte de una serie de encuentros que incluyeron a los gobernadores peronistas, entre ellos Gustavo Bordet, que también le hicieron un guiño al Gobierno al suspender la cumbre prevista para este martes.