E

l ministro del Interior y jefe político de Cambiemos en Entre Ríos, Rogelio Frigerio, salió en representación del Poder Ejecutivo nacional a contestar los dichos de la diputada del oficialismo y cofundadora de Cambiemos, Elisa Carrió, respecto del presidente Mauricio Macri. Según manifestó Frigerio, el jefe de Estado “es el garante de las luchas” que “ha defendido desde siempre”.

Frigerio insistió en que Macri y Carrió comparten “la lucha contra la corrupción, las mafias, la impunidad”, y que buscan “tener un Estado más transparente” y agregó: "no sé por qué Carrió perdió confianza, es algo que tiene que hablar ella con el Presidente”.

El sábado por la noche, en el programa de Mirtha Legrand, Carrió soltó, en un nuevo exabrupto, que "en la lucha contra la corrupción perdí la confianza en el presidente. Lo quiero más de lo que debería quererlo. ¡Es hijo de Franco Macri!".

Además, la diputada confirmó que esta semana pedirá al Congreso el comienzo de un proceso de juicio político contra el ministro de Justicia, Germán Garavano, por su actuación en el caso Amia. “No voy a romper Cambiemos, sino que van a ver que estoy salvando Cambiemos. Estoy cumpliendo con el electorado”, dijo la legisladora.

Carrió le reprocha a Garavano las declaraciones en las que el ministro afirmó que “no es bueno” para el país que un expresidente sea detenido, en momentos en que la Justicia federal pide el desafuero de Cristina Fernández de Kirchner por casos de presunta corrupción. El ministro de Justicia, después, dio a entender que esas declaraciones fueron sacadas de contexto, pero la interna ya estaba desatada.

“Comparten la lucha contra la corrupción, las mafias, la impunidad. No sé por qué Carrió perdió confianza, es algo que tiene que hablar ella con el Presidente”, advirtió Frigerio.

“Garavano no plantea que los presidentes tengan coronita o un tratamiento diferente ante la ley, pero también es cierto que tener un presidente que termina preso habla mal de nuestro país”, defendió también Frigerio, y cerró: “prefiero tener un país donde los presidentes no estén presos por cometer delitos, pero los presidentes son ciudadanos como todos”.