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a gira electoral de Elisa Carrió por Entre Ríos, previa a las elecciones provinciales y municipales de este domingo, fue absolutamente contraproducente para Cambiemos. Al menos quedó patente en el bastión político más importante que tenía la alianza UCR-PRO: Paraná.

Los “apoyos” de campaña de la diputada nacional y cofundadora de Cambiemos a los candidatos en las provincias venía de un traspié en otro. Su impresionante sinceramiento en Córdoba, cuando dijo que “gracias a Dios se murió De la Sota”, en alusión al ex gobernador mediterráneo fallecido en un trágico accidente vial, vapuleó la imagen alicaída del macrismo en dicha provincia.

Cambiemos compitió partido en las elecciones cordobesas y sus dos candidatos fueron ampliamente derrotados por el gobernador reelecto Juan Schiaretti. Se trata de Mario Negri, el ungido por Carrió y la Casa Rosada, y Ramón Mestre, radical díscolo que terminó tercero. La coalición venía debilitada y el paso de Carrió la perjudicó aún más.

Algo similar pasó en Entre Ríos, aunque en la provincia litoraleña la jefa de la Coalición Cívica no celebró ninguna muerte. Lo que sí hizo fue lastimar más profundamente la interna que atraviesa a Cambiemos en la provincia. El “aporte” de Lilita fue fundamental para dañar hondamente el trabajo en conjunto del candidato a gobernador Atilio Benedetti, y el intendente de la capital provincial y bastión político más importante de Cambiemos en Entre Ríos, Sergio Varisco, de Paraná.

Cabe recordar que en su paso por Gualeguaychú, en una conferencia de prensa al lado del candidato a gobernador, acusó de narcotraficante al presidente municipal de Paraná. “El narcotráfico y la corrupción no tienen partido”, lanzó “Lilita” cuando fue consultado por Varisco.

Benedetti ni se inmutó ni defendió al paranaense. Varisco reaccionó. A las pocas horas salió públicamente a decir, palabras más o menos, lo que piensa un amplio espectro de la dirigencia política y la ciudadanía en general: que Carrió lastima todo lo que refiere en sus palabras y que se maneja con “acusaciones falsas”.

Pero, además de corresponder a los dichos de la legisladora, Varisco le retribuyó a Benedetti su desaire por omisión. El intendente de Paraná dedicó tiempo, militancia y recursos para trabajar por el corte de boleta en la capital provincial, en perjuicio del candidato a gobernador de Cambiemos y a favor del gobernador Gustavo Bordet.

El intendente paranaense apuntó al electorado simpatizante del mandatario justicialista pero desencantado con la candidatura de Adán Bahl y apostó al voto Bordet gobernador-Varisco intendente.

Vista la maniobra, el diputado nacional respondió con sus propios votantes capitalinos, muchos de los cuales optaron por  Benedetti gobernador-Bahl intendente. El corte de boleta no fue sólo en perjuicio del derrotado candidato radical a la Casa Gris.

Pero eso no es todo: Varisco no sólo cortó a Benedetti, sino también al candidato a senador departamental, Fabián Rogel, con el cual tiene viejas rivalidades y con quien nunca simpatizaron mutuamente. También cortó a toda la lista de diputados provinciales de Cambiemos, que incluía a su propia hija y a un dirigente de su riñón, Eduardo Solari.

El tipo de corte de boleta que promocionó el intendente de Paraná –que de Cambiemos sólo lo beneficiaba a él y a sus candidatos a concejales- fue viralizado incluso en las redes sociales, con tutoriales

El resultado de Cambiemos en la capital y en la provincia no fue una sorpresa, pero no pueden soslayarse las consecuencias del efecto Carrió en la interna. La legisladora rompió lo poco que estaba sujetado con alfileres en la coalición.

Su intervención en la vida interna de Cambiemos en Entre Ríos fue determinante, porque alentó al electorado del PRO, que pudo haber votado a Varisco este domingo, a elegir otra opción, y provocó, en contrapartida, muchos votantes de Varisco terminaran cortando a Benedetti y favoreciendo, así, la reelección del gobernador Gustavo Bordet.