El candidato a vicepresidente de Cambiemos fue emblema del kirchnerismo en el conflicto del 2008. El anuncio: la UCR había aprobado ampliar Cambiemos. Macri hizo caso pero amplió más de lo esperado la fórmula y los radicales quedaron fuera.
E
l flamante candidato a vicepresidente de Cambiemos como
compañero de fórmula de Mauricio Macri por su reelección, Miguel Ángel
Pichetto, es particularmente recordado por la dirigencia agraria del país, una
base electoral y política elemental del macrismo, por su desempeño en el tratamiento
parlamentario de la resolución 125 del año 2008.
El entonces, y también actualmente, jefe del bloque de
senadores del Partido Justicialista, se puso a la vanguardia de la defensa de
la ley que promovía el gobierno de Cristina Kirchner para implementar las
retenciones móviles a la exportación de granos.
La medida fue resistida por las organizaciones rurales durante meses en las rutas y la oposición estaba unida en el Congreso para rechazarla. La ley terminó cayendo por el histórico voto “no positivo” del entonces vicepresidente, Julio Cobos, que desempató el sufragio en el Senado.
El kirchnerismo, comandado por Pichetto, metió presión
durante horas al radical para que vote en línea con el oficialismo. Y una frase
del flamante compañero de fórmula de Macri quedó en el archivo .
Durante su alocución en el recinto, Pichetto fue muy duro con Cobos. Al rechazar el pedido de cuarto intermedio -lo que obligó a una segunda votación-, lo comparó con Judas, el discípulo traidor de Jesucristo en la religión católica.
"Como les dijo Jesús a sus discípulos: lo que haya que hacer, hagámoslo rápido", lanzó Pichetto, evocando la frase dedicada a Judas del Evangelio según San Juan.
"Que se rompa, pero que no se doble", agregó, en
una cita de Leandro Alem que es sagrada para los radicales.
Finalmente, después de 18 horas de debate, Cobos hizo caer la ley de su gobierno, al desempatar con la mítica expresión: "Voto... Mi voto no es positivo. Mi voto es en contra", dijo.
La Unión Cívica Radical había resuelto en su Convención Nacional de hace dos semanas ratificar la pertenencia a Cambiemos, ampliarlo a más fuerzas y delegar a un grupo de dirigentes la negociación con el PRO por las listas. La candidatura a la vicepresidencia era uno de los objetivos que llevaría la comisión encabezada por el presidente del partido, el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, a la negociación con el PRO. Dos nombres radicales que sonaban para compartir la fórmula con Macrie ran Martín Losteau y Ernesto Sanz. El primero fue descartado por el PRO porque adelantó que no se alinearía incondicionalmente a la eventual segunda presidencia del jefe de Estado, sino que haría las críticas que considere convenientes, como viene haciendo en los últimos años. El ex senador, en cambio, rechazó el ofrecimiento. Finalmente, la UCR vuelve a ser desplazada y Macri elige al peronismo para compartir el poder.