El Partido Justicialista de Entre Ríos salió finalmente a declararse ante la situación política boliviana. Sus referentes lo hicieron desde este domingo. El partido manifestó su "rechazo al golpe" y su "solidaridad con el pueblo" vecino.
U
n día después del anuncio de renuncia del presidente de Bolivia, Evo Morales, y su denuncia de Golpe de Estado en el país vecino, el Partido Justicialista de Entre Ríos tomó una posición pública oficialmente. Antes, desde este domingo por la tarde, venían haciéndolo sus dirigentes, desde concejales, funcionarios, intendentes y legisladores provinciales y nacionales, actuales y electos.
El PJ entrerriano expresó su "enérgico rechazo al golpe de Estado en la hermana República Plurinacional de Bolivia, donde las fuerzas armadas y la policía, en connivencia con sectores civiles y los principales opositores al gobierno constitucional, forzaron la renuncia del presidente Evo Morales y su vicepresidente, Álvaro García Linera".
El dolor atraviesa toda Latinoamérica. Violencia mediante se consumó un #GolpeDeEstadoEnBolivia. Es necesario que los países hermanos se expresen. Esperamos que el gobierno argentino no haga silencio ante este ataque a la paz y la democracia en la región#FuerzaEvo #FuerzaBolivia
— Sergio Urribarri (@SergioUrribarri) November 10, 2019
Profundo repudio al golpe de Estado que hoy sufre el pueblo de Bolivia, y el acompañamiento al presidente @evoespueblo en estas horas terribles que se viven. Sumamos nuestra voz al pedido de paz, respeto a la voluntad popular y a las instituciones democráticas. pic.twitter.com/aXIYv9LnEi
— Laura Stratta (@MLSTRATTA) November 10, 2019
La cúpula peronista consideró que "el golpe en Bolivia no es un hecho espontáneo, sino que se
orquestó en los días previos con un alto componente de revanchismo racista y
una violencia planificada en las calles, amenazando a funcionarios del gobierno
constitucional, persiguiendo a militantes y referentes, y atacando e
incendiando las viviendas de dirigentes de movimiento sociales y sindicales
afines al oficialismo".
"Expresamos nuestra absoluta solidaridad con el pueblo hermano de Bolivia y esperamos el rápido accionar de las fuerzas democráticas de la región y de la comunidad internacional para frenar esta ola de violencia que buscó, desde el principio, desestabilizar al gobierno constitucional e interrumpir el mayor proceso de redistribución de la riqueza de Bolivia", señalaron los jefes del PJ provincial.
Además, expresaron que "la historia de nuestra región no deja lugar a dudas: cuando las fuerzas de seguridad intervinieron en las decisiones soberanas e interrumpieron el orden institucional de los pueblos sobrevinieron los Golpes de Estado, las proscripciones, las torturas y las muertes".
Duele mucho ver nuevamente la sombra de un golpe de Estado en América Latina. Quiero expresar mi solidaridad con @evoespueblo y el pueblo boliviano, y reiterar que se respete la voluntad popular, las instituciones democráticas y la paz.
— Edgardo Kueider (@EdgardoKueider) November 10, 2019
El #GolpeDeEstadoEnBolivia nos debe preocupar a todos los que defendemos la #democracia. @evoespueblo se vio obligado a renunciar para garantizar la paz social. Mi solidaridad con él y sus compañeros. Pido por su integridad.
— Enrique Tomás Cresto (@EnriqueCresto) November 10, 2019
En #Argentina el desafío es fortalecer la democracia. pic.twitter.com/JfyLZCkOLd
Finalmente, los mandamases del partido entrerriano convocaron: "los peronistas debemos alzar nuestra voz y
exigir garantías constitucionales para todos los ciudadanos y ciudadanas
bolivianas, empezando por sus autoridades legitimas, el presidente Evo Morales
y el vicepresidente Álvaro García Linera".
Diferencias
Los posicionamientos ante la situación política e institucional en Bolivia muestran diferencias claras en el arco político. Este lunes la Unión Cívica Radical nacional repudió "el golpe", y en Entre Ríos aparecieron expresiones similares de dirigentes locales, aunque el gobierno nacional, donde el PRO tiene mucho mayor peso, evita por el momento condenar la deposición de Morales y define la realidad boliviana como una "crisis".