Domingo 12 de agosto de 2018
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Política
Quién es el entrerriano que aparece en los cuadernos K

Maipú 741, en la CABA, era una dirección que aparecía en los registros del ex chofer de Baratta como uno de los domicilios adónde iban los ex funcionarios kirchneristas a “buscar” dinero. En el lugar trabajaba un profesional entrerriano.

MarioMaxit
Maxit, el uruguayense que aparece en los cuadernos Gloria.

E

n los recorridos de Oscar Centeno llevando a Roberto Baratta y a su secretario o asesor para recoger la “recaudación” de las empresas de obra pública, se repite una dirección: Maipú 741.

“Lo llevé al licenciado Roberto Baratta y al Ing Ezequiel García a Maipú 741 -1º B y el señor ‘Mario’ el que atendía y lo llamaba por celular a García, lo esperaba en el piso 1º B, bajó del auto solamente García y a los 10? bajó del 1º Piso ‘B’ con una mochila con dinero“, escribió el chofer de Baratta el viernes 15 de mayo de 2009 en uno de los cuadernos relevados por el periodista Diego Cabot, en el diario La Nación.

Según sus minuciosos registros, a esa misma dirección había ido Centeno también el día anterior, de donde Baratta y García bajaron con dos bolsos con dinero. Se sumaron a los que ya tenían en el auto y en los que -según estimó el chofer devenido en escriba- había USD 1.300.000.

¿Quién era el “Mario” al que iban a ver el segundo de Julio De Vido y el ex director de Energías Renovables a esa dirección, de la que luego se retiraban con bolsos llenos de dinero? Se trata del abogado Mario José Maxit -un profesional oriundo de Concepción del Uruguay, según el sitio Infocdelu.com-, entonces Director Comercial de la sucursal argentina de Isolux-Corsan, cuyo estudio jurídico funcionaba -hasta hace no mucho- en ese edificio en el microcentro porteño.

Esa dirección en la Ciudad de Buenos Aires fue identificada posteriomente por Centeno en sus cuadernos como de la empresa española Isolux, mencionada numerosas veces en sus anotaciones, que comienzan en 2005 y se extienden hasta 2015.

Según se desprende de los registros en los cuadernos, la sucursal argentina de Isolux le pagó a funcionarios del gobierno kirchnerista al menos USD 12,6 millones. A esa cifra se suman otros montos de dinero en efectivo no identificados por Centeno, que fueron entregados en tres bolsos, una valija “de más o menos 40 kilos”, una bolsa y una mochila.

Maxit no figura, hasta ahora, en la causa que lleva adelante el juez Claudio Bonadío. Sí el ex presidente de la sucursal argentina de Isolux, Juan Carlos de Goycoechea, de quien es socio en varias empresas. Este abogado cordobés se convirtió en el primer empresario arrepentido, tras lo cual recuperó su libertad el viernes 3 de agosto al llegar a un acuerdo con el fiscal Carlos Stornelli.

Desde el entorno de Maxit, negaron que haya hecho “aportes” en efectivo a algún ex funcionario y señalaron que “quien se ocupaba de los pagos era Goycoechea, tal como ya aclaró en la causa“.

El ex titular de Isolux-Corsan Argentina, admitió esos pagos al gobierno de Cristina Kircher, aunque por montos menores a los que figuran en el expediente, y según su versión, fue porque lo “apretaban” pidiéndole plata para las campañas electorales.

Goycoechea no aparece como aportante de la campaña electoral de Cristina Kirchner para las presidenciales de 2007, pero sí Maxit, con $ 40.000, según el informe presentado por el Frente para la Victoria ante la Justicia electoral. Lo hizo un año después de ingresar a Isolux.

En relación a las “visitas” de los ex funcionarios a su estudio, desde su círculo de confianza afirmaron que “no estaba al tanto de esos encuentros” y que “Goycoechea tenía una llave de esa oficina e iba cuando quería".

En una foto que consta en el expediente, se lo ve a Baratta con un bolso en la entrada del edificio de  Maipú 741.

Si bien en el entorno de Maxit no negaron la existencia de reuniones con Baratta y García -muchas de ellas en el propio Ministerio de Planificación-, aclararon que eran “por temas laborales, ya que Isolux tenía varias obras de energía en ejecución” en ese momento, y que participaban también Goycoechea y otros técnicos de la empresa. Asimismo, destacaron que la intervención de Maxit era “un asesoramiento desde lo jurídico”.

Un ex directivo de Isolux con el que habló Infobae, identificó a Maxit como la mano derecha de Goycoechea y reveló que quienes no simpatizaban con su gestión en la empresa, lo habían apodado “Sonny”, por el primer hijo de Vito Corleone en la saga El Padrino.

Sospechas e incumplimientos

Así quedaba de manifiesto en un correo electrónico que el sitio chileno publicó, enviado por el propio Goycoechea a los directores de la compañía en España el 27 de agosto de 2013. Uno de los destinatarios era el entonces presidente, Luis Delso, y se mencionaba a Maxit como un partícipe clave de esas maniobras.

El historial de Isolux en Chile es aún más turbio que el de esa central en la provincia de Santa Cruz. En 2015, el sitio de investigación CIPER reveló que la empresa española pagó coimas en un millonario contrato con la Universidad de Santiago, y desplegó “un agresivo lobby con distintas autoridades para conseguir contratos o revertir decisiones de funcionarios y autoridades públicas que afectaban a la empresa”.

A Isolux le fue adjudicada en 2007 la Central Térmica de Río Turbio, en Santa Cruz, por USD 667 millones. Pero por las sucesivas readecuaciones,  el costo para el Estado argentino ascendió a más de USD 1.000 millones. Las irrregularidades detectadas alrededor de la obra -nunca concluida-  lo llevaron a Julio De Vido a prisión el 25 de octubre del 2017. El contrato fue rescindido en marzo pasado por el gobierno de Cambiemos por no cumplir con lo exigido en el pliego.

Su nombre aparece como “representante” de la filial argentina de TMH y su firma rubrica el acta de apertura de las ofertas de la licitación pública, el 31 de enero pasado. La convocatoria fue llevada adelante por Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE), dependiente del Ministerio de Transporte de la Nación.

En Chile, cuatro de siete licitaciones ganadas por Isolux fueron canceladas por graves irregularidades e incumplimientos.

En Paraguay, Maxit también aparece involucrado en negociaciones bajo sospecha. El diario ABC reveló en mayo pasado que, según un correo electrónico en manos de Policía Judicial Española fechado el 24 de diciembre de 2013, Maxit negoció como representante de Isolux beneficios como prórrogas y modificaciones de los pliegos por parte del Ministerio de Obras Públicas de Paraguay.

En Argentina, en tanto, otra de las emblemáticas adjudicaciones a Isolux durante el kirchnerismo, fue el frustrado Tren Bala que uniría Buenos Aires, Rosario y Córdoba. La licitación la ganó la firma española en enero de 2008, a poco de asumir Cristina Kirchner, en una UTE junto con la francesa Alstom, y las locales EMEPA e Iecsa, entonces manejada por el primo de Mauricio Macri, Ángelo Calcaterra, hoy convertido en uno de los nueve empresarios arrepentidos de la causa de los cuadernos.

Los contratos ganados por Isolux llegarían a una veintena durante la última década. Por la construcción de centrales energéticas, rutas, líneas de alta tensión y parques eólicos, Isolux -sola o en consorcios con otras firmas- embolsó del Estado unos USD 6.000, según un inventario realizado por el diario La Nación.

También ganó licitaciones en la Ciudad de Buenos Aires, como la de construcción de un tramo del Paseo del Bajo. Pero en noviembre pasado, el gobierno porteño decidió rescindirle el contrato para evitar mayores demoras mientras se resolvía la situación judicial de Isolux en España. El Grupo enfrenta un proceso de quiebra luego de que se conociera el pago de sobornos para conseguir obra pública en México.

“La Odebrecht española”

Las acusaciones de corrupción por pago de coimas en España y otra media docena de países en el exterior, le valieron que a Isolux se la empezara a conocer como “la Odebrecht española“.

Atravesada por una crisis financiera, el holding fue rescatado a fines de 2016 por un grupo de bancos españoles -entre los que estaban el Santander y La Caixa-, que pasaron a controlar el 94,57% de la empresa. Poco después, en febrero de 2017, Maxit y Goycoechea fueron echados por la casa central en Madrid. Las versiones sobre los motivos difieren. Según el holding español, fue en el marco de una auditoría interna encarada por los nuevos accionistas por “supuestos comportamientos ilegales”.

“En aplicación de esta nueva política se ha producido recientemente el despido disciplinario de la cúpula directiva del Grupo en Argentina, incluido el director regional, Juan Carlos de Goycoechea. Todos los despidos realizados en este ámbito están respaldados por el resultado de una investigación interna previa realizada por indicación del nuevo equipo de gestión”, informó Isolux en un comunicado desde Madrid el 1 de marzo del año pasado.

En el entorno de Maxit, negaron “irregularidades” en la filial argentina y explicaron que su despido -junto al de Goycoechea, por entonces director regional- se debió a que se negaron a transferir dinero desde la sucursal argentina a la casa matriz para aliviar la delicada situación financiera que atravesaba en España. Poco después, le retiraron a Maxit el poder bancario para operar las cuentas de la empresa en Argentina y nombraron a otros apoderados.

Lo que oficialmente desencadenó los despidos fueron tres transferencias bancarias a personas físicas por $ 7,9 millones, que aparecían  firmadas por Maxit, Goycoechea y Marcelo Delfino. Los directivos desplazados argumentaron que sus firmas habían sido falsificadas, lo que fue luego corroborado por una pericia caligráfica.

Tras una serie de denuncias cruzadas en la Justicia Penal y Laboral,  llegaron a un acuerdo de pago como indemnización -aún no concretado-, que incluyó el retiro de la demanda penal de Isolux contra los ex directivos por presunta administración fraudulenta. Así conta en un acta fechada el 22 de noviembre del año pasado a la que tuvo acceso Infobae.

Viejos y nuevos vientos

Otra área de negocios en la que el Grupo Isolux-Corsán se quedó con importantes contratos durante el kirchnerismo fue la de las energías renovables. En 2011, a través de la empresa Loma Blanca SA, ganó la construcción y explotación de cuatro parques eólicos en Chubut por 50 MW. Goycoechea era el presidente de la firma y Maxit su director suplente.

Ya en el gobierno de Cambiemos, por la crisis que atravesaba la casa matriz y el incumplimiento de la inversión comprometida, Isolux se los vendió por USD 25 millones a SIDELI SA y SIDSEL SA, tal como informó en un comunicado el 16 de octubre de 2016 desde Madrid. Según reveló Emilia Delfino en el diario Perfil, las empresas compradoras estaban vinculadas a SIDECO, del Grupo Macri, que menos de un año después, los volvieron a vender, haciéndose de una ganancia estimada en unos USD 37 millones. La operación fue denunciada en la Justicia por un posible conflicto de interés.

Un mes después de desprenderse de Loma Blanca I,II,II y IV, Isolux ganó, en noviembre de 2016, una nueva licitación para explotar otro parque eólico en Chubut, con capacidad para producir 100 MW y 97,5 MW, el doble que los anteriores. Maxit y Goycoechea aún eran directivos de la empresa creada para ese proyecto, Loma Blanca VI. Dos meses después, les sería revocado el mandato al ser despedidos por la sede central.



Negocios con los rusos

Ya desvinculado de Isolux, Maxit -de 41 años- cambió de rubro. Pasó a asesorar a la filial argentina Transmashholding (TMH), el gigante ruso que se quedó a principios de este año con el contrato para reparar 160 coches y 24 locomotoras de la línea San Martín por USD 29,7 millones.

Ante la consulta de Infobae, desde la firma rusa señalaron que Maxit es “un abogado externo”, pero que no es su “representante legal”, ni existe una relacion contractual con el ex directivo de Isolux. La contratación de sus servicios obedeció a su conocimiento sobre cómo presentarse en licitaciones del Estado. Maxit continúa como asesor externo.

Sin embargo, hasta hace muy poco, Google lo registraba como “Director Comercial” de TMH en Linkedin, y en su perfil, todavía aparece el logo de la empresa rusa debajo de su foto. Desde el entorno de Maxit señalaron que fue “por un error y que ya fue modificado“.


Lo que dice el archivo


Otros emprendimientos

Además de haber compartido el directorio dela sucursal argentina de Isolux y las firmas controladas por el holding español para sus distintas obras energéticas en el país, Maxit y Goycoechea aparecen como socios en otras empresas propias.

Una de ellas, Abasto Tucumano, fue creada en 2006 para desarrollar y explotar el centro cultural y comercial en San Miguel de Tucumán El Abasto.

Más recientemente, en 2016, registraron la constructora de obras viales y civiles LESDYR SA. Su sede social es Maipú 741 piso 1º B, el domicilio que “visitaban” Baratta y García. Hoy, en la fachada de edifico puede verse un cartel de Venta.

Fuente: Infobae.

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