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acemos referencia a los caminos de tierra. Pero de dicho despliegue poco se vio, por las ya remanidas cuestiones de falta de recursos del Estado entrerriano, para sufrimiento de colonos, productores y habitantes en general de la zona rural, que si quieren buenos caminos, tienen que recurrir directamente a su propia billetera para arreglarlos. Una vergüenza, pero que marca una realidad que vive la provincia.