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n solo país, un solo Presidente, una sola realidad. Una única Constitución Nacional que garantiza “igual remuneración para igual trabajo”. Sin embargo, la realidad argentina es tan diversa como su geografía, tan variable como sus usos y costumbres, tan desigual como la distribución de sus riquezas. Una investigación periodística emprendida por los diarios La Voz del Interior (Córdoba), Los Andes (Mendoza), La Gaceta de Tucumán (Tucumán), Rosario 12 (Rosario) y El Diario, en las ciudades mencionadas y en Capital Federal y Gran Buenos Aires, permitió comprobar que los trabajadores entrerrianos (tanto públicos como privados) reciben los sueldos más bajos de todas las ciudades consultadas. En algunos casos, las diferencias entre el pago que percibe un empleado de un lugar del país y otro que desarrolla la misma actividad en otro sitio diferente llega al 350 %. Los importantes medios de prensa que participaron en el relevamiento consultaron en sus ciudades sobre los salarios que perciben docentes, playeros de estaciones de servicios, empleados de comercio, empleadas domésticas, docentes primarios y universitarios, operarios industriales, abogados principiantes, empleados públicos y concejales. Salvo estos últimos —los ediles— el resto de los empleados entrerrianos está muy lejos de las sumas que cobran sus colegas de otras provincias. Hay que aclarar que en el caso de los trabajadores privados no se tomó en cuenta el aumento de 200 pesos dispuesto por el Gobierno Nacional.

LOS MÁS POBRES. En la parte más baja de la escala de Entre Ríos, están los maestros de grado primario, sin antigüedad, que ganan sólo 204 pesos, cada 30 días. Pero no solamente son los trabajadores de la provincia que menos plata reciben sino que también están muy lejos de los 454 pesos que se les paga a los maestros cordobeses; de los 400 pesos, de los mendocinos y rosarinos; o inclusive de los 316 pesos de los del Gran Buenos Aires. Los entrerrianos sólo pueden sentirse más afortunados que los tucumanos, que apenas cuentan 185 pesos a fin de mes.

En la gran mayoría de los rubros, como era previsible, los más afortunados son los trabajadores porteños o bonaerenses. Así, mientras un operario de la industria metalmecánica gana en Capital Federal 1.200 pesos y en Buenos Aires, 1.350 pesos, en Entre Ríos redondean 300 pesos (los pocos que quedan); 400 pesos en Córdoba y 350 pesos en Tucumán.

En el caso de los abogados, la comparación da un saldo más parejo: se tomó un graduado reciente, que trabaja en un estudio privado y que recién se inicia: el promedio es de 550 pesos en todos los distritos, con variaciones de 50 o 100 pesos, según los casos.

También es muy pareja la situación de los empleados de comercio: el promedio es de 400 pesos y en nuestra provincia es de 350 pesos. En estos casos se tomó como referencia a empleados de locales de la peatonal, ya que las características que se pactaron con los otras ciudades era consultar sobre el trabajador de un shopping.

MUJERES. Diferente es la situación de las secretarias administrativas: una de Capital Federal cobra 800 pesos al mes, mientras que quien realiza las mismas tareas en San Miguel de Tucumán percibe menos de la mitad, apenas 315 pesos. Tampoco es lo mismo ser empleada doméstica en Rosario, donde “con cama adentro” ganan alrededor de 500 pesos, en Tucumán pueden aspirar exactamente a la mitad: 250 pesos. Si bien estas diferencias se podrían explicar con el argumento de las diferencias de los costos de vida entre unas ciudades y otras, lo cierto es que la distancia entre los sueldos suele ser más importante que la que existe entre los precios. Además, en algunos casos los trabajadores de las provincias superan a los porteños (nunca es el caso de los entrerrianos). Por ejemplo, las maestras de grado, quienes en Capital Federal apenas ganan 287 pesos por mes, bastante menos que los 450 pesos que cobran en Córdoba o los 400 pesos que perciben sus pares en Rosario o Mendoza. Igualmente, los docentes porteños ganan un 40 % más que los locales.

Ni para una canasta

SALVO LOS SUELDOS DE LOS DOCENTES UNIVERSITARIOS PORTEÑOS, de los operarios industriales de GBA y de los concejales municipales, el resto de los salarios relevados para esta nota no alcanza a cubrir una canasta básica. Según el Indec, en julio, el valor de dicha canasta de bienes y servicios sumaba para una familia de cinco miembros 763,16 pesos. Esta canasta sirve como referencia para establecer si una familia está por encima o por debajo de la línea de pobreza. Con ello, la inmensa mayoría de los salarios relevados en las siete ciudades del país no alcanza a posicionar a los trabajadores por encima de ese umbral de subsistencia mínimo.

Textuales

MARTA MADOZ, secretaria general de Agmer. “En el ranking de las provincias, los docentes entrerrianos estamos en el puesto 23. Esta situación se inició cuando se eliminaron las mesas paritarias. Desde entonces ha habido varias promesas para corregir esta situación pero no se han cumplido. Alrededor del 11 % de los maestros de la provincia están en esa situación y cobrando ese sueldo. Para sobrevivir, muchos han tenido que regresar a vivir a la casa de sus padres. Desde mayo hay una iniciativa en el Senado para convocar a una mesa de consenso bicameral para discutir el salario docente pero no existe la voluntad política de hacerlo”.

RAMÓN LEONARD, secretario adjunto de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). “El sueldo que se estableció por convenio es de 1,47 pesos la hora y 200 horas semanales, más 28 pesos de aumento. En los casos en que se paga más que ese monto es porque se hacen arreglos particulares y por fábricas. Ahora se están impulsando las paritarias y las discusiones salariales. Hemos tenido varias reuniones porque pretendemos un aumento salarial y por ello se mantienen negociaciones nacionales. El domingo es el día del trabajador metalúrgico y mandamos desde la UOM un saludo sincero a todos los compañeros”.

EDGARDO MASSAROTTI, secretario general de ATE. Lamentablemente, por esta comparación nos damos cuenta de la caída de un mito famoso que es el impacto de los salarios en el presupuesto del Estado. Es importante ver exactamente la distribución del ingreso por tramos, porque eso nos llevaría a ver que existen grandes sectores con salarios muy bajos. El tema del salario en Entre Ríos en realidad acompaña todo un proceso económico de crisis, seguramente los indicadores del salario van parejos con otros indicadores de la economía provincial. Excepto los últimos meses en que han mejorado los indicadores de la producción agrícola, el resto ha empeorado. Entre Ríos estaba en el lote intermedio entre las provincias más ricas, como la de Buenos Aires, Santa Fe o Córdoba, mientras por otro lado estaban las más pobres, Salta, Jujuy o Formosa, y pasó a acercarse más a éstas últimas.