P
or primera vez, un arzobispo local se reunirá, en la tarde de hoy con prostitutas para debatir cara a cara sobre los alcances de la derogación de un inciso de la Ley de Contravenciones número 3.815, que facultaba a la policía para detener y juzgar a las prostitutas en las calles de la provincia, y que levantó una seria polémica tanto entre la cúpula policial como en la Iglesia.
A su vez el ministro de Gobierno y Justicia, Fermín Garay, adelantó el Ejecutivo provincial vetará la ley que derogaba la ordenanza por la cual se permitía a los policías a arrestar y multar a quienes ejercen la prostitución. Este viernes vence el plazo para el veto o la promulgación, pero se adelantó que “el Ejecutivo no quiere que Entre Ríos sea el único lugar en el mundo que admita la prostitución”.
Ayer, tras una reunión entre la Asociación de Mujeres Meretrices Argentinas (AMMAR), y el ministro de Gobierno, Fermín Garay, el funcionario adelantó que “el Ejecutivo no quiere que Entre Ríos sea el único lugar en el mundo que admita la prostitución, ya que no podemos someter a una parte de la población a la contemplación de esto”.
Cabe recordar, que a través de un documento difundido por la Agencia de Información Católica Argentina (AICA), los tres obispos entrerrianos Mario Maulión (Paraná), Héctor Cardelli (Concordia) y Luis Eichorn (Gualeguaychú) reclamaron el veto por parte del Ejecutivo. “El ejercicio de la prostitución ha sido y es una degradación perversa de quien la ejerce y una forma aberrante de esclavitud a lo largo de toda la historia humana”.