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ondragón admitió que su tarea es como la del padre que tolera a sus hijos y cuando llega el momento de ponerles límites es "el malo", pero admitió que para mantener el orden le paga el estado su sueldo.El director de la cárcel dijo que los internos trasladados a Gualguaychú fueron seleccionados para aliviar la superpoblación y mantener la disciplina. Aclaró que volverán a Paraná antes de las fiestas de Navidad, como todos los años y los que no cometan infracciones en Gualeguaychú permanecerán en Paraná.
Mondragón dijo que la cárcel de Paraná tiene capacidad para 120 internos y está ocupada por más de 250, lo que según él da una idea de las dificultades para mantener la disciplina.
Familiares de detenidos indicaron que fueron golpeados por los guardiacárceles y uno de ellos está quemado con agua hirviendo sin atención médica.