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Vivimos situaciones que son para preocuparse porque empujan a los jóvenes -pisoteando su dignidad y abusando de su condición- a la agresión, la violencia y la drogadicción. Y son ellos los que ponen el cuerpo mientras otros se llenan los bolsillos", advirtió monseñor Lozano.Desde el altar levantado en la explanada del puerto de Gualeguaychú, los jóvenes se comprometieron a ser cada día más "audaces y comprometidos con la realidad" que vive el país y admitieron que es posible "transformar esta sociedad, superando la crítica vacía y la aceptación pasiva de sus problemas, la indiferencia y el "todo da igual".
"Trabajamos y luchamos por una sociedad que ame a la juventud y sea capaz de incluir a todos, aceptando y respetando la diversidad; donde la vida sea valorada, cuidada y promocionada siempre", leyeron los jóvenes en un manifiesto al término de la misa.
También se manifestaron a favor de "una sociedad cimentada en la verdad, la justicia y la paz" y de "una sociedad con memoria, que recupere la historia de nuestros pueblos para no repetir viejos errores, aprendiendo del testimonio comprometido de tantos hombres y mujeres que se jugaron por hacer presente el Reino en lo cotidiano".
"Queremos ser audaces y comprometidos con la realidad, protagonistas en la Iglesia y en la sociedad desde nuestra identidad y cultura", gritaron los chicos de distintas partes del país, tras lo cual cantaron con entusiasmo el himno del encuentro "No tenemos miedo, con Cristo alimentamos la esperanza".
El manifiesto resumió el trabajo de diferentes grupos que se reunieron durante las tres jornadas para debatir temáticas tales como jóvenes en riesgo, formación sociopolítica, arte y comunicación, pastoral educativa, discapacidad, cooperativismo y ecumenismo.
De la ceremonia religiosa, que fue traducida simultáneamente al lenguaje de señas para la comunidad de sordos, participó el intendente de la ciudad y ex candidato a gobernador, Emilio Martínez Garbino.