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Ayer, tras mantener una reunión con sus colaboradores más inmediatos, la funcionaria dispuso instrumentar un operativo de vigilancia epidemiológica en toda la ciudad de Gualeguaychú con la intención de arbitrar medidas sanitarias. Degani explicó que los casos no salieron a la luz anteriormente porque la coordinación del tratamiento se estaba haciendo desde La Plata.

“Queremos que esto no vuela a suceder y por eso hemos fortalecido el programa de vigilancia epidemiológica para que, ante la primera notificación de un caso de enfermedad infectocontagiosa, investiguemos inmediatamente el brote”, agregó.

VACUNACIÓN.

En la víspera, personal especializado de la Dirección de Epidemiología de la provincia llegó a Gualeguaychú para direccionar las tareas que se han iniciado con motivo de los casos fatales de coqueluche. “El 24 hemos decidido hacer un rastrillaje en la zona donde se iniciaron los casos. Con la colaboración y la dirección de la gente de Epidemiología creo que lo vamos a hacer mejor como para que este problema no se agrave”, señaló la coordinadora departamental de Salud de Gualeguaychú, doctora Marta Charadía.

La profesional en particular se refirió a tres casos fatales de coqueluche que están confirmados por laboratorio, en tanto que, se están estudiando otros probables y los contactos que han tenido, incluso, los que fueron positivos. Los fallecidos son niños del departamento Gualeguaychú, uno de la zona rural y otros dos de la ciudad. Eran pequeños de meses, uno menor de un mes.
En la víspera eran “en total 16 casos probables o sospechosos”, ninguno estaba internado sino que “se les ha dado tratamiento hasta que se confirme cuál es su situación”.

Todos los casos fueron atendidos en el hospital Centenario de Gualeguaychú donde “se inició el estudio hace algo más de un mes”. La funcionaria consideró que el Servicio de Pediatría de ese nosocomio se estuvo manejando bien con el tema. “Se pusieron de inmediato en contacto con el Instituto Malbran, que es adonde se remiten las muestras para corroborar y saber a ciencia cierta si son casos de Coqueluche”, señaló .

SÍNTOMAS.

La enfermedad se manifiesta con una tos seca, persistente, sin fiebre. “Una tos que dura de una a tres semanas que puede ser confundida con alguna otra enfermedad de la vía aérea pero, tiene la característica de no producir fiebre y tratarse de tos seca”, subrayó. Se transmite de persona a persona por las secreciones, a través de la tos. Los niños afectados pueden padecer una encefalitis o una neumonía grave que los puede llevar a la muerte.

Charadía opinó que con el trabajo cotidiano, diario, se podrá controlar esta situación. “No es la época del año en que se da por lo que tenemos que estudiar bien cuáles han sido las causas. Probablemente las iremos a encontrar en el curso de estos días cuando veamos lo que surja en el trabajo de campo, que empezamos a realizar. En el curso de los próximos días tendremos una muestra un poco más concreta sobre los motivos”, reiteró.

La funcionaria, cuya función es coordinar la tarea de todos los centros de salud y hospitales del departamento para cumplir de la mejor forma en particular todo lo que respecta a la atención primaria, hizo finalmente hincapié en la importancia de vacunar para evitar estos trastornos y también de no alarmar pero “ante un caso de tos seca, sin fiebre, persistente, que dure más de una semana o de quince días, concurrir al médico”.

Problemas de vacunación

“No es una enfermedad que esté erradicada pero hace tiempo que no la veíamos”, aseguró la coordinadora departamental de Salud de Gualeguaychú, doctora Marta Charadía, por eso no se descarta que el origen de estos casos pueda estar en la falta de cumplimentación del calendario de vacunación. La vacuna que previene esta patología es la triple que se coloca en el segundo, cuarto y sexto mes de vida y luego, un refuerzo al año. “El niño bien vacunado puede contraer la enfermedad pero no con las complicaciones que puede presentar quien no haya recibido la vacuna o no esté correctamente vacunado”.

Puede haber adultos jóvenes de hasta 30 años, adolescentes, afectados por esta enfermedad, incluso en personas de más edad, pero en esos casos no tiene la repercusión que tiene en los menores por las complicaciones”, explicó la médica.