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a República Oriental del Uruguay (ROU) tiene en estudio la construcción de una represa frente a las costas de la ciudad de Colón. Walter Camanella, delegado uruguayo ante la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM), reconoció que la construcción del dique figura dentro de los proyectos en estudio. “Estamos ante una iniciativa que requiere un estudio de costos muy afinado, por cuanto estamos hablando de una inversión muy importante.De todas maneras, está dentro de los proyectos que estudia la Comisión Técnica Mixta”, reconoció el funcionario en declaraciones publicadas ayer por El Telégrafo de Paysandú (ROU). La inversión sería de alrededor de 300 millones de dólares.
La nueva represa estaría ubicada cerca de la isla argentina Pepeají, situada entre Colón y el Parque Nacional El Palmar. El objetivo sería mejorar la navegabilidad del río, optimizar la acción reguladora de Salto Grande e incrementar la generación de energía para afrontar la crisis energética que se prevé para la región.
La continuidad del proyecto entraría en contradicción con la Ley Nº 9.092 (Ley Antirrepresas) y también con una resolución del Senado provincial que en septiembre rechazó expresamente esa obra.
Según lo publicado por el diario Uno, las entidades ambientalistas que se oponen al proyecto, argumentan que esto provocaría la inundación de parte del Palmar y la pérdida de las reservas naturales que allí existen.
En enero de 2001, el ex delegado ante la CTM Néstor Golpe, era el principal impulsor argentino del proyecto. Golpe había dicho que la obra apuntaba a incrementar la capacidad de generación de energía de Salto Grande mediante la elevación en un metro de la cota del embalse –de 35 a 36 metros– y a mejorar las condiciones de navegabilidad aguas arriba de la usina hidroeléctrica.
La iniciativa quedó en suspenso por la oposición que levantaron las comunidades ribereñas y especialmente Federación, ciudad que resultaría perjudicada con el anegamiento de su zona costera.
El proyecto incluía la construcción del dique compensador de Pepeají, con una inversión aproximada a los 350 millones de dólares y que las ganancias por el aumento de la generación de energía serían de 10 millones de dólares al año.