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Los enfervorizados manifestantes -no más de 50 jóvenes- traspasaron un vallado de seguridad dispuesto por la Policía frente a la Casa Gris -la sede del Ejecutivo santafesino-, comenzaron a arrojar elementos contundentes contra la fachada, destruyeron los ventanales y luego incendiaron varias oficinas.

Los violentos manifestantes llegaron a ingresar a la Casa de Gobierno, extrajeron elementos de su interior y también prendieron fuego a palmeras, focos y otro mobiliario de la Plaza 25 de Mayo, según informó LT 9 Radio Brigadier López.

La Policía se abstuvo de intervenir en un principio para frenar los incidentes, debido a una expresa orden del gobernador Jorge Obeid, según indicaron distintos voceros oficiales, aunque lograron dispersar a los manifestantes tras disparar una ráfaga de balas de goma desde el interior de la Casa Gris, minutos después de las 21.

La concentración fue la más numerosa desde que se produjo la inundación, el 29 de abril de 2003, y la más violenta, aunque los organizadores señalaron que el grupo que ocasionó los destrozos no pertenece a las entidades convocantes. De todos modos, la fachada de la Casa de Gobierno quedó seriamente dañada y, al menos, dos efectivos de fuerzas de seguridad asignados al operativo de control de la manifestación resultaron heridos, según versiones periodísticas.

La protesta había sido organizada por vecinos autoconvocados de distintos barrios afectados por la catástrofe hídrica e integrantes de la Carpa Negra de la Memoria y la Dignidad, para exigir al gobernador Obeid subsidios integrales que permitan a los damnificados recuperar lo perdido por las inundaciones.

Al momento de iniciarse los incidentes, estos grupos -cerca de mil personas- se alejaron del foco de los disturbios y frente a la Catedral de Santa Fe cantaron el Himno Nacional, reclamaron Justicia y el resarcimiento económico.

La protesta se llevó a cabo para recordar los trágicos episodios del 29 de abril de 2003, cuando el desborde del Río Salado inundó gran parte de la ciudad, arrastró viviendas, bienes y hasta la vida de varios vecinos.