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La obra se viene proyectando desde 1999. Sin embargo, todo quedó paralizado cuando ambas localidades no lograron ponerse de acuerdo sobre dónde ubicar la cabecera del puente.

Por el lado de Concordia, el enlace debía comenzar en calle Chabrillón, ya que de esa manera la Comuna no debía expropiar terreno ni era necesaria la apertura de nuevas calles. Pero, para Salto aceptar la propuesta entrerriana implicaba que el enlace desemboque en pleno centro de la ciudad. Fue así, que sostenían que la cabecera del puente en la ROU debía ser en calle San Lorenzo, para lo cual en la Capital del Citrus, la obra debía realizarse en calle Los Vascos, corazón del Barrio Nébel.

A MEDIAS. En realidad, el acta firmada anoche, entre Cresto y Malaquina, no ha subsanado del todo las diferencias. Pero como conciliación, Concordia y Salto ofrecieron dos alternativas cada una para la construcción de la cabecera del puente y la última palabra, la tendrá la empresa constructora, ya que dependerá de los costos de la obra.

Si del lado argentino el puente se inicia en boulevard San Lorenzo, el otro extremo se construirá en la zona sur de Salto y si es en Avenida Salto Uruguayo (Concordia), será en el norte de la vecina ciudad.

Otro de los puntos, que será tema de discusión en un taller que se realizará en marzo en Concordia, es la cuestión legal y legislativa sobre los pasos fronterizos.

“El acta que recién firmamos, es el compromiso de ambas ciudades para que la obra se concrete, aunque todavía hay algunos detalles por definir y que nos pongamos de acuerdo. No obstante, dejamos en claro que se elegirá la que menor costo represente, incluso luego para el cobro de peajes”, indicó Cresto.

INVERSIÓN. De acuerdo a los primeros estudios de factibilidad, el enlace vial entre Concordia y Salto, demandará una inversión de 10 millones de dólares, que correrá a cargo y costo de la empresa, ya que la licitación será por concesión. Es decir, que el aporte será netamente privado y el recupero será a través del cobro del peaje.

Según el consorcio Salcon, que analizó el proyecto, calculó que la rentabilidad para ambos países rondará los 40 millones de dólares, lo que hace más que interesante la obra.

Con el acto de anoche, es la segunda vez que se firma un acta de intención. La primera, fue en el 2002, entre el interino presidente Eduardo Duhalde y el mandatario uruguayo Jorge Batlle.

Para la unión entre Concordia y Salto, se deberá construir un puente de 700 metros de costa a costa y quienes transiten por ese enlace vial reducirían 20 kilómetros de cruce, que es la distancia que actualmente deben realizar por el puente Salto Grande.

“Lamentablemente, en 1999 se debió paralizar el llamado a licitación porque ambas ciudades no se ponían de acuerdo en la construcción de la cabecera. Pero creemos que con este nuevo acuerdo, el proyecto se pondrá en marcha en un corto plazo, porque la decisión política está tomada”, enfatizó el intendente concordiense.

TALLER DEBATE. Tal como se realizó en septiembre del año pasado en Montevideo, en marzo en Concordia se efectuará una jornada de taller debate sobre la construcción del puente internacional. La idea, es que sobre la mesa se pongan todos los temas que pueden generar inconvenientes entre vecinos., como por ejemplo, el paso fronterizo y la integración física de la región.

El año pasado, participaron del encuentro representantes del organismo binacional CARU, el BID, que patrocinó la jornada en el marco del programa “Integración de Infraestructura Regional Sudamericana (Iirsa)”, que tiene como objetivo la identificación y desarrollo de proyectos de integración física de la región.

Por ahora, pesan más los planteos de unos y de otros, que los pro del enlace y justamente, sobre esos puntos se pretende debatir en marzo. Salto, por ejemplo, había condicionado la construcción de este puente que no sólo sea vecinal, sino que además se cierre el paso carretero y ferroviario que actualmente existe en la represa de Salto Grande.

Por su parte, Concordia había fijado que por el nuevo enlace no se permita el tránsito pesado o de carga y que además, se unifiquen las leyes que actualmente ponen trabas a la integración de ambas ciudades, referidas al régimen aduanero y fronterizo.

Fuente: El Diario