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“Creo que no sirve para nada cambiar los nombres de la estructura de la educación. Sí, en cambio, creo que la educación básica debe extenderse hasta los 15 años. De esa forma, la decisión sobre qué especialidad seguir en el nivel Medio la adopta el propio joven y no ya los padres. Así, habría una elección sobre el futuro en la escuela de acuerdo a las expectativas que el chico tiene”, señaló.

Ascúa, que recién piensa asumir formalmente en su cargo en un plazo no menor a los 10 días —en el ínterin, el Senado deberá aprobar su pliego— dijo que aceptó el ofrecimiento del Gobierno para hacerse cargo de la política educativa porque “siento la necesidad de ser protagonista, de poner un granito de arena en la educación. No creo que esto sea un problema de partido. No creo que haya diferencias en cuanto a objetivos entre radicales y peronistas. Sólo hay diferencias en las formas de conseguir esos objetivos”.

Aunque diferenció que de una política “autoritaria”, como calificó a la gestión del ex gobernador radical Sergio Montiel, se pasó a una “más dialoguista”, que según su opinión caracteriza a la gestión de Busti, perfil que Ascúa piensa seguir. “Los graves problemas que tiene la educación se solucionan mucho más fácilmente dialogando con los docentes. Si puedo ser útil en ese trabajo, continuaré en el cargo. Si no, me voy”.

Consciente del impacto que generó su designación, Ascúa entendió que “son justificadas” ciertas críticas que surgieron desde adentro del partido oficialista, pero tomó distancia y prefiere hablar de las “preocupaciones centrales”, como la escuela primaria “donde el problema sustantivo es el hambre, la miseria y la pobreza que se viven producto de una situación social insostenible”.

Pero también apuntó a la situación en el nivel Intermedio y Medio de la educación, y se inclinó a pensar en la necesidad de “aplicar reformas” que permitan ampliar la retención. Además, dijo que hay que “sincerar la escuela Intermedia. Esto fue un engendro con el que discrepo totalmente. No es cambiando de nombres como vamos a cambiar la educación. Y prueba de esto es que a pesar de esos cambios, la escuela hoy es aburrida. Los chicos saben más que los docentes”.

Ascúa subrayó la necesidad de que la escuela “pueda actualizar sus contenidos. Además, hay que apuntalar la capacitación docente para que se pueda responder a las expectativas con la que los chicos llegan al aula. De otra forma, la escuela va a seguir aburriendo y lo que debe hacer es interesar. Mi deseo es poder contribuir a eso en la educación. El terrible interrogante que tengo es si puedo ser útil”.

Fuente: El Diario