E

Proveer de una energía más económica a los hogares y a las industrias. He aquí los ejes del programa de desarrollo que, ya producido el cruce subfluvial desde la santafesina Aldao a la entrerriana Aldea Brasilera, se fue ejecutando mientras se extendían las tuberías del gasoducto entrerriano: Concepción del Uruguay, Concordia, Colón y Gualeguaychú, los primeros destinos. Completando el cuadro, se incorporó luego al gasoducto del Mercosur, que abasteció a las localidades del centronorte provincial. Hay, además, dos conexiones más con la República Oriental del Uruguay, con Casa Blanca y Paysandú, frente a Concepción del Uruguay y Colón respectivamente. La referencia se corresponde con el hecho de que el gas transportado hacia la ROU o Uruguayana se transforma en canon que capitaliza Entre Ríos, por derecho como constructor de la infraestructura. Por ese mismo criterio, se han iniciado gestiones para que la Nación compense a nuestra provincia ahora que piensa realizar inversiones en provincias sin desarrollo gasífero.

Volvamos al programa entrerriano. En una primera etapa se llegó con ramales de aproximación a 35 localidades, luego se agregaron 13 más. Pero en este último lote aún restan las redes domiciliarias.

“A los parques y áreas industriales se les ha llegado prácticamente a todos hasta la puerta; pero las redes interiores corren por cuenta de los empresarios”, dijo el secretario de Energía, Carlos Molina, antes de aclarar que “de todos modos, las consultas sobre proyectos de inversión no están referidas a si cuentan o no con el servicio de gas (tal vez porque los proyectistas ya manejan esa información) sino sobre todo al estado de los caminos y en algunos casos la cercanía con puertos”.

Molina visitó EL DIARIO acompañado por el ingeniero Alfredo Abalo, director de Desarrollo Gasífero. Para las autoridades, en la Argentina no hay programa mejor diseñado que el de Entre Ríos. En rigor, lo que ocurre es que aún a pesar de las migraciones internas que provocaron las sucesivas crisis, nuestra provincia sigue teniendo una conformación poblacional muy bien distribuida, al punto que las localidades forman una malla pareja a lo largo y a lo ancho del territorio. Lo que ha hecho la política gasífera es, justamente, respetar esa estructura demográfica y, entonces, hizo propia sus bondades.

“La caída del sistema de contribución por mejoras fue un quiebre para el programa y, por si fuera poco, terminó endeudando a la Provincia”, criticó Molina. El tema es que, entre medio, Gas Nea ya había realizado inversiones. Entonces, el Gobierno se comprometió a reembolsar el valor de esas obras y a hacerse cargo de los emprendimientos pendientes. He aquí el origen de la deuda con la distribuidora: el incumplimiento por parte del Estado de la compensación y de las obras comprometidas. Actualmente, debe resolverse: a) una deuda de 11,7 millones; b) 25 millones en obra por hacer; y, c) un índice preocupante según el cual de los 70.000 potenciales usuarios, sólo hay 24.000 efectivamente conectados.

Este jueves se cerrará el acuerdo con Gas Nea según el cual de los casi 9 millones que cuesta el ducto Galarza-Gualeguay, la Provincia abonará 1,7 millones. Con esta conexión, se producirá el cierre sur, de modo que el parque industrial de Gualeguaychú será abastecido por dos vías.

Además, Gas Nea debe realizar por lo menos 30.000 nuevas conexiones domiciliarias antes de diciembre de 2007. La distribuidora debe proveer financiación de modo tal que en la modificación de la base de consumo se produzca un ahorro: el valor de la cuota para hacer el “chicote” desde la red domiciliaria hasta la línea de edificación, el “nicho” y el medidor, la extensión de 25 metros de ducto al interior de la vivienda, bocas para una cocina, el calefón y un calefactor, más el consumo en gas que se produzca, debe ser menor o igual al costo actual de la familia con garrafa o cilindro.

“Cambiar deuda por obra”

Al mismo tiempo, se desactivará formalmente un mecanismo por el cual la garantía de pago de aquella deuda de casi 12 millones de pesos eran las regalías de Salto Grande.

Paralelamente, Gas Nea se compromete a atender las 13 nuevas localidades, la mayoría abastecidas por el gasoducto del Mercosur que tienen hecho los ramales de aproximación pero no las redes domiciliarias y las correspondientes interconexiones. Estas obras deberán ser realizadas por la Provincia, tal como se comprometió en 2000 cuando cayó el sistema de contribución por mejoras. El monto total a invertir ronda los 30 millones de pesos, a ejecutar en cuatro años.

Del lado de Gas Nea, los aportes serán de 40 millones de pesos para nuevas conexiones en áreas ya servidas y otros 40 millones para nuevos usuarios y para extensiones hacia sectores actualmente no abastecidos. Sumando, se volcarían unos 110 millones de pesos antes de 2007. Gas Nea cree que en seis meses los trabajos tendrán la máxima intensidad y emplearán medio millar de personas.

“El nudo de la negociación con Gas Nea fue cambiar la deuda por obra”, explicaron Molina y Abalo. Acto seguido, señalaron que la empresa tiene ahora un interés mayor en las conexiones domiciliarias. Es que la Secretaría de Energía modificó el marco regulatorio, de tal modo que los clientes industriales están habilitados a realizar acuerdos directos con el productor, no con el distribuidor. Y, entonces, el margen de ganancia de Gas Nea con esas firmas se reducirá y deberá priorizar al sector de usuarios residenciales. “Hoy, la infraestructura ya plantada cuesta 500 millones de pesos, 150 millones de dólares”, señaló el ingeniero Alfredo Abalo al destacar el “momento” en que se tomó la “decisión política” de encarar el proyecto.