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Zacarías cree que se va a convertir en el opositor del Gobierno Provincial saliendo en la tapa de los diarios. Pero pierde de vista que en Entre Ríos todo el mundo lo conoce. Fue cafierista, después el primer menemista, llegó al Congreso de la mano de Busti, ahora es el delfín de Carrió en Paraná pero quién sabe en qué vereda lo vamos a ver mañana.

Mientras el Gobernador y muchos funcionarios están trabajando desde el primer día en la investigación de la desaparición de Fernanda en San Benito, Juan Domingo Zacarías va detrás de los acontecimientos, mirando el caso por televisión y criticando, pero seguramente no sabe ni cómo se llaman los padres de Fernanda Aguirre.

Busti estuvo el primer día con la familia Carboni en Gualeguay, con los familiares de Fernanda en San Benito, y en todos los conflictos, dando la cara frente a la gente. Eso es lo que lo convierte a Busti en un dirigente responsable, y lo diferencia de los mamarrachos como Zacarías.

Últimamente ha elegido el camino de las declaraciones explosivas en los peores momentos, y le va bien, porque consigue salir en la prensa sin trabajar, sin ponerse a pensar y proyectar algo para la Provincia. Ahora busca protagonismo, al mismo tiempo que trata de desacreditar la labor del jefe de Policía y la Secretaría de Justicia para desestabilizar la gestión del Gobernador.

Los militantes peronistas repudiamos a los traidores como el diputado Zacarías y lamentamos mucho que alguna vez semejante payaso haya pertenecido a las filas del Justicialismo, un movimiento que entre sus banderas destaca la lealtad.