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firmó que las cartas fueron encontradas entre las pertencias de Lencina, tras el suicidio y que fueron enviadas el 2 y el 5 de agosto a la sede de la Comisaría Quinta. El cuerpo de Lencina fue llevado a las 12.15 a la morgue de Oro Verde, para realizarse la correspondiente autopsia.
Acuña reveló que en las cartas lo inducía a "reencontrarnos en el cielo", por lo cual el juez de Instrucción de turno, Ricardo González, ordenó urgentes medidas para el control de la joven, actualmente detenida en la sede de la Unidad Penal femenina de Paraná, a disposición de la justicia federal que lleva adelante la causa por el secuestro de Fernanda Aguirre. La mujer dijo también que estaba siendo "acosada", lo que se entendió como un cuestionamiento a personal policial o penitenciario, para que se aporten datos sobre el paradero de Fernanda Aguirre, desaparecida el domingo 25 de julio.
La defensora oficial -que en horas recientes se hizo cargo de la defensa de Lencina, ante el alejamiento de Nora Lanfranqui- concurrió a la Comisaría Quinta poco después de las 11.30, para comprobar la muerte del principal sospechoso en la causa y en ese marco se sorprendió con el contenido de dos cartas llegadas a la dependencia, que no habrían sido observadas por personal policial. De esta manera desvirtuó el concepto indicado horas antes por el jefe de Policía, Ernesto Geuna, en el sentido de que Lencina le había dejado una carta a su mujer.
En tanto, Acuña sostuvo que “no hay ningún signo aparente de que pueda ser otra cosa que un suicidio. No tiene ninguna lesión en el cuerpo, que fue verificado ayer también”. Además, dejó aclarado que “ninguna responsabilidad le cabe a la policía de Entre Ríos en ningún sentido, porque estaba en una celda con la puerta abierta para que pudiera acceder al patio.
