L
a cartaFer:
“Es tu madre y amiga; te habla y reclama hoy a tantos días de estar sin vos. Me siento muerta en vida. Yo que nunca unas líneas te dediqué hoy pregunto: ¿Quién apagó la luz de… qué no me deja verte. Quién me alejó de tus brazos, no te puedo abrazar. Quién me quitó tu ternura y tu sonrisa. Quién cerró mis manos para que yo no sienta tus caricias. Quién me quitó la posibilidad, en tu día, de darte un beso. Quién me borró los sueños que ya no puedo soñar?
Si era un día de sol y los rayos jugaban con tu cabello, por qué no comprendí tus últimas palabras Señor; por qué Dios, me pregunto, y no encuentro respuestas en ellas. Nunca la tendré. Si es una prueba que tú me pones en el camino, creo que con la tortura de no tenerla, basta apara aprobarla. Dios, dame fuerzas, ilumíname con tu luz. No quiero que llegue otra noche sin verla. Te pido una señal: sólo dime que ella está bien para que mi esperanza no desvanezca. Hazle saber que todos unidos en tu nombre estamos con ella. Dile que quiero abrazarla, volver a acariciar su rostro, volver a ver su ternura, ver su sonrisa, y se prenderá la luz y nunca más se apagará. Fer, por tu padre, por tus hermanas, por tu abuela y por todos los que hoy aquí están y te quieren bien, me arrodillo y te pido perdón”.
Carta a los secuestradores
María Inés dijo luego que escribió otra carta dirigida a los secuestradores en la que implora que le devuelvan a Fernanda. “A vos que me estás escuchando, te quiero hablar, pedir implorando: ve en mi rostro, en el rostro de tu madre, de tu hermana o de una amiga que tengas. Dame una señal de vida de Fer. Sé que quizás hoy arrepentido quieras hablarme y no te animas. Hoy ya se cumplen 14 días de sufrimiento y tortura para todos nosotros que queremos ver a Fer retornar a su hogar con una sonrisa angelical. No creas que porque no me ves llorar, no estoy sufriendo; las lágrimas brotan en mi corazón y me desgarro en penas. Por lo que más quieras, por Dios y la Virgen María, comunicate aunque más no sea con algún vecino, estaré de rodillas esperando tu llamada. Una Madre desesperada”.