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No obstante, antes de llamar a licitación, “se deberá destrabar la situación de los tenedores actuales que presentan irregularidades”, anticipó el director de Desarrollo, Economía y Mercados, Rubén Sarli.

El tema es que en su momento se había otorgado “la tenencia precaria de estas tierras a aquellos que eran ocupantes, a quienes previa inspección se les labraba un acta por la cual dejaban de ser intrusos y pasaban a residir con la autorización del estado provincial”.

En consecuencia, “al no haber un criterio de adjudicación, la demanda hizo que el funcionario de turno hiciera un uso discrecional para otorgar a éste o aquél, sin imponer ningún tipo de exigencias”, dijo Sarli.

Por este motivo, en el nuevo proceso se ejecutará una minuciosa categorización de las islas y se detectarán aquellos lotes con tenencia precaria desde hace varios años; los que tienen ocupantes –isleños o pequeños productores–, para distinguirlos de aquellos que quieren poseer o prescribir y que han hecho planos de mensura y han iniciado trámites con pretensiones de ser propietarios. “La licitación establecerá mayores exigencias a los oferentes y vamos a limitar las actividades a la ganadería y la apicultura o producciones alternativas, pero desde ya la agricultura queda descartada”, advirtió Sarli.

El funcionario aclaró que las exigencias apuntarán también a “evitar que ocurra lo que ha sucedido últimamente, que solicitan la tenencia precaria y con eso se hacen un excelente negocio arrendando las islas, cobrando pastaje y el Estado no ve ni un centavo”, remarcó.