E

l ministro de Gobierno, Sergio Urribarri dijo a EL DIARIO contar con una esperanza “extra”, que depende de la confirmación de nuevos datos aparecidos a cuatro días de cumplirse un mes de la desaparición de Fernanda Aguirre, el caso policial que más conmocionó al Gobierno, particularmente luego de que la calificación de secuestro extorsivo lo pusiera en la vidriera mediática nacional.

—¿Tiene motivos para ser optimista a casi un mes de la desaparición de Fernanda Aguirre?
—Los especialistas de la Brigada Antisecuestros de la Policía Federal dijeron desde un primer momento que las características de este hecho y la horas transcurridas hasta que se tomó conocimiento del caso iban a dificultar muchísimo su esclarecimiento. Sin embargo a cuatro días ya habían delineado una hipótesis y recolectado pruebas suficientes como para tener sospechas más que fundadas sobre Lencina y su pareja. Yo soy optimista.
—Sin embargo se han escuchado críticas, como las del juez Celli, que marcaban la “desorientación” de la Policía y que algunos hechos parecen corroborar, como los repetidos rastrillajes, la confusión sobre la salida de escena de la brigada canina, las demoras sobre los peritajes en el auto encontrado, la detención y posterior liberación de Monzón...
—Sobre el peritaje del auto, no es un delito que corresponda investigar a la Policía sino a las fuerzas de seguridad federales. La Policía actúa en función de directivas de la Fiscalía federal. Creo que el doctor Celli está algo desorientado o tiene alguna otra intención en sus comentarios. No es que diga que nuestra policía está el cien por ciento a la altura de las circunstancias, es evidente que necesita una mayor especialización y estamos haciendo muchísimo esfuerzo para dotarla de mayor personal y equipamiento, partiendo de lo que nos dejó la gestión anterior que utilizó mucho los cuadros para otras cosas, como el espionaje político y la represión de la protesta social.
—¿En los últimos días se reforzó alguna hipótesis, se observa con mayor atención alguna línea de investigación?
—Ya no existen dudas sobre la autoría de Lencina y de su pareja. Hubo avances, lo que pasa es que hay medidas que no alcanzan la categoría de hipótesis, que se toman a raíz de informaciones que se reciben y que no se pueden dejar de investigar. En ese rol de brazo auxiliar de la Justicia Federal uno trata de hacer las cosas con la mayor prudencia y responsabilidad posible para poder rescatar con vida a Fernandita.

—¿Con Lencina muerto, se dificulta la posibilidad de solucionar el caso? —No, está claro que no es lo mismo, pero el trabajo que se está haciendo es tal que estamos con una esperanza firme de poder obtener resultados. —En cualquier gobierno desataría una importante crisis que el principal sospechoso de un hecho con tanta trascendencia pública aparezca muerto en una comisaría; sin embargo aquí no hubo una derivación inmediata que resulte trascendente. ¿Algún funcionario policial pasó a disponibilidad por esto? —Todavía es materia de investigación, aunque quedan muy pocas dudas a priori respecto a que fue un suicidio. La responsabilidad de la Policía va a ser evaluada, pero hasta el momento todo indica que se cumplió con todos los requisitos de vigilancia; se tomaron todas las medidas para garantizar la seguridad de Lencina, se lo alojó donde la Fiscalía federal indicó. De todos modos, esto se está investigando en la Justicia y va a ser evaluado por el Ejecutivo en su momento. Si hay algún responsable, será el juez de instrucción el que dicte la pena.
—¿Y las responsabilidades políticas, cómo se evalúan dentro del Gobierno? —Nadie del Ejecutivo puede evaluar un mal desempeño hasta que la Justicia no determine las responsabilidades. Los pedidos de renuncia de alguna diputada de la oposición (Lucy Grimalt) son oportunistas, de alguien que hace mal uso de un hecho desgraciado para ocupar algún renglón en los medios.

¿En qué medida empeoró la relación con la Justicia el pedido de Jury a los jueces Retamoso y Malatesta de parte del Gobernador?
—Desde las primeras horas del lunes 26 el Gobernador puso la cara como pocos la ponen ante una comunidad que se vio conmovida. Después tomó la decisión de solicitar el pedido de Jury lo hace a partir de dudas tremendas que todos tenemos respecto a que estos jueces hayan evaluado los informes psiquiátricos y de comportamiento para habilitar la salida de Lencina. No está condenando de antemano, pide que el Jury evalúe, no es un acto de intromisión, como lo vieron algunos jueces. Si quedan mal las relaciones es producto de no entender cómo funcionan los tres poderes en la provincia.
—¿Pero era necesaria tanta carga crítica de parte del Gobernador frente a los medios de comunicación cuando presenta el pedido de jury?
—Las declaraciones del Gobernador fueron fruto de la noticia que generó esa presentación y él sólo se ha limitado a responder sobre las motivaciones del pedido de Jury, no creo que se haya excedido para nada en sus declaraciones.

Posible “costo” de imagen

—¿En algún momento alguien en el Gobierno evaluó la afectación a la imagen pública del Gobernador que este caso le podía provocar?

—El Gobernador no hizo otra cosa que poner la cara como lo hace en cada oportunidad en que la sociedad así lo requiere. Demostró con hechos que esta gestión se preocupa y puso y pone todo su empeño. Puede que traiga algún costo, pero es la forma de ser de él.
—¿Por qué mantuvo tan bajo perfil como ministro del área?
—Que no haya aparecido en los medios no quiere decir que no haya estado las 24 horas pendiente de la situación. Estuve haciendo el trabajo que nos corresponde a los funcionarios superiores, que es garantizar los recursos para que se realicen todas las acciones. En estos momentos creo que es mucho más importante trabajar que aparecer en los medios. En muchos casos suspendía audiencias, estuve los últimos tres fines de semana con el Gobernador y no vamos a descansar hasta hallar a Fernandita, aunque seguramente no vamos a salir a cada rato en los medios, al menos yo.