D
e las 700 chicas que ambas entidades buscaron en los últimos cinco años, nueve denunciaron haber sido obligadas a prostituirse.
"Es el temor que tenemos. No sabemos si esto puede estar sucediendo con las que buscamos ahora", dijo Susan Murray, presidenta de Missing Children.
Representantes de ambas organizaciones relataron los padecimientos por los que pasaron las nueve adolescentes. Los nombres de las chicas fueron cambiados para proteger su identidad.
Alejandra, de 15 años, estuvo fuera de su casa durante siete meses. Apareció en una propiedad de San Miguel, donde era obligada a ejercer la prostitución y sin posibilidad de escaparse. A la madre le llegaba información de que la veían en la zona del conurbano. Cuando consiguió la orden judicial para hacer los allanamientos, finalmente encontró a su hija.
Falsa niñera
María, en 2000, tenía 13 años, y desde el Chaco viajó a Buenos Aires a buscar a su novio, pero, según dijo a Missing Children, no lo encontró. Vio un cartelito en el que un matrimonio pedía una niñera. Cuando llegó a la casa, dijo, la golpearon y la obligaron a ejercer la prostitución durante cinco meses, hasta que consiguió escapar.
Entre los testimonios recogidos por Red Solidaria y Missing Children también está el de Juana, que, en 2001, se fue con su novio de 26, 13 años mayor que ella. A las dos semanas, dijo, el hombre la obligó a iniciarse en la prostitución. Juana dijo que la quemaron con cigarrillos.
Mariana, de 15, y Yanina, de 16, en 2002, se fugaron de su casa en Santiago del Estero. Argumentaron tener problemas familiares. A los seis meses, las encontró la policía en una casa de la ciudad de Catamarca, donde las explotaban sexualmente bajo amenaza de matar a sus padres.
"Hay madres que reciben llamados de sus hijas, que sólo lloran. No todos tienen dinero para poner el servicio de identificador de llamadas. No sabemos por qué lloran y no dicen nada", contó Murray.
"Creemos que el de Fernanda Aguirre, secuestrada en Entre Ríos desde el 25 de julio último, puede ser un caso como los anteriores. Apelamos a que alguien rompa el silencio, aunque sea de forma anónima", sostuvo Juan Carr, titular de Red Solidaria.
