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ólo en Paraná y alrededores, cerca de 4.500 personas ya inscribieron sus nombres en las listas del Registro Único de Vivienda. La planilla que deben llenar quienes necesitan solucionar su problema habitacional contiene un abanico importante de consultas, pero hay uno central: casi la mitad de los encuestados no tiene preferencias respecto a si la casa que se le ofrecería fuera nueva o “recuperada” (judicialmente, por falta de pago). El dato marca en un punto el grado de necesidad existente: cualquier vivienda, eso es lo que se demanda.

Así y todo, hay también quienes se anotan para acceder a un crédito con el cual poder ampliar las comodidades de la actual residencia. La tenencia de un terreno adecuado (propio o compartido con alguna ONG) con o sin servicios, es otro de los planteos que se realiza. Es que tanto si se hubiera empezado una construcción como si se decidiera agregar ambientes, los préstamos de 10.000 pesos que son parte de la oferta del Instituto pueden ser de utilidad.

Al menos de acuerdo a una muestra cualquiera, predominan entre los que pretenden una casa personas que son empleados de la administración pública o tienen ingresos sin comprobante, es decir, trabajadores en negro. Pero también hay beneficiarios de planes sociales o ciudadanos que están desocupados, pero no pierden la esperanza de lograr un empleo.

En el Instituto aclararon que “todavía no hay programas para los que procuran ingresar al mundo laboral, pero necesitamos que se inscriban para saber qué demanda hay y analizar qué posibilidades tendríamos de incorporar un plan para ese segmento en el futuro”. El relevamiento servirá para detectar los casos urgentes que no pueden resolver el problema por sus propios medios.

Puede parecer extraño, pero Entre Ríos es la única provincia argentina que no tiene su Registro Único de Demanda. Lo exige la Nación, es cierto. Pero además, le servirá a la Provincia para diseñar las futuras operatorias, no sólo porque se tendrá determinado quiénes necesitan una casa, sino porque el relevamiento definirá el faltante localidad por localidad. Hasta ahora, según El Diario los planes se diseñaban en base a la oferta (interés de intendentes, entidades intermedias o empresas) y no en función de la demanda.