E
l arzobispo de Paraná sostuvo que la contracepción definitiva es condenada por la Doctrina Tradicional de la Iglesia. Maulión dijo que es inmoral y que constituye una agresión a un derecho fundamental de la persona: el derecho a la vida.El arzobispo sostuvo que el hecho es irreversible y que la solución que se busca con esta disposición es problemática, “porque no tiene en cuenta la dimensión moral del hombre en su libertad y su responsabilidad”.
Maulión dijo que lo realizado por la Cámara Baja provincial, al dar media sanción al proyecto de legalización, “es muy delicada, muy grave”. Por último, condenó la no realización de consultas y debates con distintos sectores de la sociedad.Fuente LT 14.