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ero ahora la situación es otra: desde hace tres semanas el dinero ha sido depositado en la cuenta respectiva del Banco de la Nación Argentina, pero los directivos de las escuelas no han podido acreditar los fondos debido a las demoras burocráticas en el área contable del Ministerio de Salud y Acción Social. “Está claro que no existe un problema de falta de recursos. Lo que hay es un problema burocrático, que está por encima de la necesidad de asistencia alimentaria de los chicos”, se quejó Roque Santana, secretario gremial de la seccional Paraná de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER).

La provincia asiste a los comedores escolares con una partida de 75 centavos por chico, que al mes suman 15 pesos; a eso, se suman los 5 pesos del RAN, y así se conforma un fondo de 20 pesos con el cual los directivos hacen malabares para poder sostener la alimentación diaria. El último giro del RAN que recibieron las escuelas correspondió al período abril-mayo, pero desde entonces no recibieron más dinero. Se trata de 25 centavos por chico, con lo cual se costea la copa de leche que se sirve en 1.069 escuelas de toda la provincia, y que llega a más de 100 mil alumnos.

Los fondos que ahora están retrasados corresponden al período junio-agosto que, según había adelantado la directora de Comedores de Entre Ríos, Patricia Castañeira, tendrían que haber llegado a las escuelas hace una semana. Sin embargo, los trámites burocráticos a nivel del área contable del Ministerio de Salud y Acción Social han retrasado el proceso. “Es un paso que necesariamente debe darse para evitar cualquier tipo de dudas; antes no era así”, subrayó la funcionaria.

De todos modos, Castañeira adelantó que la pretensión de la provincia es modificar el mecanismo de transferencia de fondos a través del Banco Nación. “Hay ya un acuerdo para que con las partidas que corresponden a septiembre apliquemos otra metodología que evite estas demoras. La idea es que los fondos se acrediten en Sidecreer, tal cual se hace con las partidas de comedores, y de esa manera se evitará el uso de dinero en efectivo”, explicó.

Sin embargo, desde AGMER aseguran que “el dinero en efectivo a las escuelas les rinde más, porque pueden conseguir mejores precios. Es un hecho que con la tarjeta Sidecreer los costos se encarecen porque los comerciantes no reciben la liquidación en forma inmediata. Pero además, los retrasos empezaron a aparecer cuando el refuerzo alimentario se empezó a manejar desde el área de Comedores Escolares; no era así cuando se distribuía directamente desde el Consejo de Educación”, puntualizó Santana.

Hasta 2003, ese refuerzo alimentario se canalizaba desde la Nación a través del Consejo General de Educación (CGE) sin que hubiera controles previos a nivel provincial, situación que, de acuerdo a lo que explicó Castañeira, ahora varió. Lo que hasta entonces se denominaba Programas Compensatorios en Educación era en realidad una suma extra que se destina al sostenimiento de los comedores escolares de establecimientos de las denominadas “zonas urbano marginales”, que se suma a los 75 centavos que el Estado provincial destina como ración de alimento por chico en forma diaria.

En 2004, el Estado invirtió unos 20 millones de pesos para asistir con alimentos a las casi 150 mil personas que asisten a los comedores, escolares y comunitarios. El dinero que se distribuye en las escuelas, sin embargo, no es uniforme: hay 1.043 comedores escolares, con una población asistida de 101.482 chicos, que reciben 75 centavos por chico en el caso de escuelas de jornada simple. En escuelas en las que sólo se sirve la copa de leche, el monto que se destina es de 20 centavos; las que dan menú alternativo, tienen un aporte de 40 centavos; para comedores de escuelas agrotécnicas que producen sus propios insumos, 90 centavos; y en los internados, 1,50 pesos.

Fuente. El Diario