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La emergencia ha sido resuelta, en parte, por el sistema de hospitales públicos, aunque en algunos casos los afiliados se han visto obligados a pagar cada prestación de su propio bolsillo.

En el ínterin, el PAMI abrió un registro de nuevos prestadores, con un nuevo esquema de funcionamiento que evite los constantes cortes y limitación en la atención que en los últimos meses han soportado los jubilados. La idea del organismo que a nivel nacional conduce Graciela Ocaña es que esos nuevos convenios entrarán efectivamente en vigencia el lunes, pero las conversaciones con los prestadores se han dilatado, y ahora esperan que eso ocurra en un plazo de entre siete y 10 días.

El mecanismo tendrá nuevos parámetros de funcionamiento: cada prestador —médico, sanatorio o especialista— tendrá un grupo de afiliados para atender, y en una primera etapa la distribución será compulsiva. Sólo en un plazo de tres a seis meses, esperan idear un plan de elección por parte de los jubilados, aunque ello ocurrirá una vez que los nuevos convenios ya estén vigentes.

Durante las últimas dos semanas ha visitado periódicamente la provincia Armando Carletti, director ejecutivo del PAMI Mendoza y asesor de Ocaña, quien llegó con el claro objetivo de acercar a las partes y conseguir la firma de convenios prestacionales que permitan recuperar la atención para 100 mil afiliados. Pero el acuerdo todavía no se concreta. “Estamos ultimando los detalles, y pensamos que en los próximos días esto se va a poder solucionar y poder recuperar las prestaciones. Creemos que en siete ó 10 días lo vamos a poder conseguir”, manifestó.

Carletti dijo que actualmente “se están dando prestaciones”, aunque con pago directo al prestador desde la regional local, y destacó el hecho de que formalmente se puso punto final al convenio con el Ipser y se “cerró una etapa de relación inestable, marcada por un alto grado de insatisfacción de parte de los jubilados. Ahora, lo que se abre es una nueva etapa, con una relación de mayor continuidad y sin tantos sobresaltos”.

Según indicó Carletti, “lo fundamental es recuperar las prestaciones, contar con un modelo en el que haya integración entre la parte privada y la parte pública. Eso es lo que se busca con el nuevo modelo, que además va a evitar toda intermediación, potenciando la atención primaria”.

De acuerdo a los parámetros que maneja el PAMI, el nuevo esquema prestacional que se pretende instrumentar traerá sustanciales cambios para el afiliado. En principio, la libre elección del prestador quedará acotada, y será reemplazada por lo que ahora se denomina como “prestación nominada”. Es decir, cada afiliado contará con una tarjeta personal en la que constará a qué médico de cabecera, especialista o clínica debe acudir toda vez que demande atención médica.

En una primera etapa, la distribución del universo de 100 mil afiliados se hará de una forma compulsiva, pero la pretensión es que en marzo próximo se abra un período de elección voluntaria. “Hay dos escenarios que se presentan en el futuro para la obra social —dijo el asesor de Ocaña—. En lo inmediato, recuperar las prestaciones; y en lo mediato, en un plazo de 90 a 120 días, que los jubilados elijan con qué prestador pretenden atenderse. Así podremos saber qué prestador cumple y cuál no”.

También adelantó que habrá una rediscusión de las cápitas que se abonan. “Actualmente, en el resto del país el valor que rige es de 26 pesos, pero en el caso de Entre Ríos es un tema a discutir, y pensamos que en los próximos días se va a poder determinar un número final. Con prestaciones normalizadas, pensamos que ése debería ser el valor de Entre Ríos. Hay buena voluntad de ambas partes para alcanzar un acuerdo”, sostuvo.