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os Familiares de la Víctimas de la Inseguridad, quienes ya se nuclearon formalmente desde este año, decidieron realizar a partir de ayer una nueva vigilia de 48 horas frente al Palacio de Justicia, coincidente con la finalización de la feria judicial de verano. “Es una manera de recibir a los jueces que regresan de las vacaciones y recordarles que seguimos reclamando, que no olvidamos a nuestras víctimas y tampoco olvidamos la lucha que emprendimos para recordarles cada causa hasta que se haga lo humanamente posible por esclarecerlas”, comentó Elina Allipio, una de las integrantes del grupo. “Lo vamos a hacer otra vez en forma respetuosa, sin agresividad, solamente con nuestra presencia y con las fotos de nuestros muertos para que los magistrados al menos se acuerden de sus rostros y entiendan que somos seres humanos y que necesitamos una respuesta humana”, expresó, como ya lo había hecho en otras ocasiones Mario Gómez. Gómez es el padre de un joven que fue asesinado por Javier Jaimito Larrosa y pese a que el año pasado Larrosa fue condenado a prisión perpetua, sigue acompañando al grupo, apoyando a quienes todavía no lograron que se haga justicia por su ser querido. Esta es la tercera vigilia que el grupo realiza frente a los Tribunales de Paraná. La primera fue encabezada por las hermanas Allipio, quienes reclaman por el esclarecimiento del homicidio de Ana Delia, otra hermana que fue asesinada hace una década y cuya muerte “nunca fue investigada a fondo”, según sus declaraciones. La idea de estas tres hermanas fue tomada como motivación del grupo para una segunda vigilia de 48 horas que se realizó el 15 de diciembre, en la cual se presentó un árbol de Navidad con todas las fotos de las víctimas, para demostrar que para muchas familias la Nochebuena iba a tener ausencias en la mesa. Pese a que los silenciosos manifestantes fueron ignorados por la mayoría de los magistrados, su sola presencia hizo mella en el presidente del Superior Tribunal, doctor Daniel Carubia, quien no tardó en salir a criticarlos. Quiso la casualidad, que el mismo día, otro vocal del STJ, el doctor Miguel Carlín, se manifestara públicamente horrorizado por la falta de asistencia a presos de una cárcel entrerriana, a quienes —según sus dichos— había que mejorarles la comida, las comodidades y la atención sanitaria. Anoche, con pancartas y con una carpa, el reclamo de Justicia se volvió a instalar frente al edificio de calle Laprida.