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Intervinieron en el hecho los inspectores Julio Medvescigh y Esteban Robledo de la Dirección de Producción Vegetal. Se labró un acta de infracción por incumplimiento de la Resolución Nº 49 de la Ley de Plaguicidas –sancionada por el Decreto 277/03– que reglamenta la manera de aplicar productos químicos destinados al control de plagas que afectan a los cultivos.

El campo en cuestión es un predio ubicado frente a la comisaría de Crucesitas Séptima y a escasos metros de la escuela y de dos casas de familia. Una de las viviendas es la de la mujer que realizó la denuncia. La máquina utilizada para las aplicaciones es una fumigadora de arrastre de 50 picos dispersores y tiene una antigüedad de dos años.

Consecuencias

Uno de los puntos en los que los inspectores hicieron hincapié ante Schimpf y su familia, es el peligro que se corre por no seguir con la reglamentación establecida para este tipo de actividad. Los riesgos para la salud de propios y extraños son importantes. Y más tratándose de productos de alta toxicidad como son los agroquímicos.

La comisaría de Crucesitas Séptima se encuentra frente al sembradío de soja en cuestión y allí desarrolla sus actividades el sargento José Arnau, quien vive en la parte de atrás con su mujer y sus tres hijas. Según el policía, cuando hay fumigación no se puede estar afuera por el fuerte olor de los productos, que además producen ardor y una áspera sensación de sequedad en la garganta. También advirtió que, según sabe por consultas médicas, las complicaciones pueden derivar en intoxicaciones con severos trastornos de salud, que en algunos casos pueden llegar a ser crónicos.

A media mañana los inspectores se hicieron presentes en el campo de Schimpf, y antes de labrar el acta de infracción le explicaron los motivos. El hombre alegó que “desconocía la legislación vigente en la materia”, y agregó que “en la zona no hay ninguna máquina inscripta”. Los pesquisas precisaron que “no se puede alegar desconocimiento de una normativa. A paso seguido se le informó al agricultor que la importancia de estar inscripto reside en que se recibe toda la reglamentación correspondiente y se puede tomar parte de los numerosos cursos de capacitación en la aplicación de agroquímicos, que son de dictado gratuito.

Schimpf reconoció que cuando fumigaron no respetaron la franja de seguridad de 50 metros, y a modo de explicación esbozó que “si la respetamos se nos acaba el espacio de siembra”, aunque luego reconoció que era importante respetar las reglamentaciones que el organismo contempla para estos casos, más cuando se trata de la salud de la gente. Los inspectores reconocieron la buena voluntad y disposición de Schimpf y su familia para salvar esta situación, al punto que la maquinaria no fue secuestrada. El infractor acabó multado y con una nueva oportunidad para integrarse al campo en regla.

Lo que se debe saber para estar en regla.

En las reglamentaciones de la ley de Control de Plaguicidas se establecen los pasos a seguir al aplicar un producto químico sobre los cultivos: –1º Que la máquina esté inscripta en el registro correspondiente. –2º Que la aplicación del producto se verifique a través de una receta agronómica, certificada por un ingeniero agrónomo. –3º Que se respeten las restricciones que regulan esta actividad. En el segundo punto, la receta deberá consignar el tipo de producto y las dosis a aplicar.

En tanto que en el tercero, se especifica que si hay casas alrededor se deberá respetar una franja de seguridad de 50 metros a la redonda en la que no se podrá fumigar. Además, especifica que se deberá avisar con tiempo, tanto a los vecinos como al destacamento policial más cercano, de que se fumigará. Se contemplará también el estado del tiempo, especialmente la dirección y velocidad del viento. De forma. El costo de mantener en regla los pulverizadores con las normas ambientales: la inscripción en el registro de aplicadores es de 30 pesos por año y el de la boleta por cada aplicación es de 1 peso. Fuente DIARIO UNO