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parentemente, el episodio se mantuvo dentro de un estricto silencio policial y judicial pero, como suele ocurrir invariablemente, salió a luz luego de algunos días. Los hechos ocurrieron en la noche del sábado 29 ó la madrugada del domingo 30 de enero, cuando desconocidos consiguieron ingresar al Juzgado de Instrucción de Diamante, a cargo del doctor Hugo Perotti, ubicado en el edificio de los Tribunales diamantinos, en la intersección de las calles Eva Perón y San Martín, a escasos metros de la Jefatura Departamental Diamante de la policía entrerriana.
Cómo hace un par de años atrás, entraron por donde funcionaba el Juzgado de Paz y luego, con total impunidad y tranquilidad se dedicaron a revolver y desordenar absolutamente todo, buscando, seguramente, algún expediente que los comprometiera o involucrara a quienes tomaron la iniciativa.
El lunes pasado, efectuada la denuncia correspondiente cuando fue descubierto el ilícito, en el lugar trabajaron efectivos de la Departamental Diamante y de la policía científica con sede en nuestra ciudad.
Fuentes periodísticas de Diamante aseguraron que hasta anoche no se sabía si los malvivientes se habían llevado expedientes, pero aseguraron que del lugar faltaron dos armas de fuego involucradas, al parecer, en dos causas que se tramita en el juzgado de Perotti.
Cabe recordar que en la primera oportunidad los intrusos, también en el juzgado de Perotti, intentaron provocar un incendio que, tal vez por impericia, sólo provocó daños menores aunque sí inconvenientes mayores para quiénes tramitaban expedientes en ese juzgado, problemas que hasta el día de hoy todavía no han podido ser subsanados totalmente.
En aquella oportunidad se quemaron equipos de computación, libros, fax y teléfonos en las tres dependencias donde los desconocidos iniciaron el siniestro. En esa oportunidad, el mismo Perotti le dijo a EL DIARIO que el fuego se había iniciado “en mi oficina, en la del secretario (Gilberto Robledo) y en la oficina de la Jefa de despacho” donde fueron apilados los expedientes a los que se les prendió fuego.
Al respecto en su edición de ayer el periódico El Supremo recordó que días después de ocurrido el atentado incendiario “se hicieron presentes camaristas de la ciudad de Paraná, que prometieron en conferencia de prensa una investigación hasta las últimas consecuencias y esclarecer a la brevedad el hecho, lo que hasta ahora, al menos por lo que conocemos, no ha dado resultado alguno”.
“Desde ese suceso, hemos podido observar, una custodia policial permanente con un efectivo apostado en la esquina mencionada las 24 horas del día, salvo que no se cumpla en días feriados, y por lo tanto no se pudieron percatar de lo que estaba sucediendo”.
La publicación enfatizó también: “la pregunta que todos nos hacemos es cuál es el motivo de esta reiterada actitud de quien o quienes cometen estos hechos, o de sus autores intelectuales si los hubiera, ¿qué buscan?, ¿algún expediente en especial que los comprometa?, o ¿solamente se trata de un desafío a las autoridades, ya que con estas actitudes quieren demostrar que no le temen a nadie o que gozan de una impunidad que les permite cometer cualquier delito sin recibir castigo alguno por ello?”.
“Sea como fuere —continuó la especie— esto aumenta sensiblemente en la ciudadanía diamantina, la sensación de inseguridad que desde hace varios años atravesamos, porque a esto sumamos al menos una decena de robos en los que en algunos casos hasta mantuvieron rehenes a sus propietarios o a quienes estaban en la vivienda, sin que ninguno de estos casos llegara a ser esclarecido. Es hora que las autoridades responsables de la seguridad, pongan todo su empeño y estos casos lleguen a ser esclarecidos, por la tranquilidad de todos”, culmina la nota.
