E
s que según fundamentan en la norma, el uso de vidrios polarizados incrementa el número de accidentes en las calles y rutas, ya que estos dificultan considerablemente la visión de los conductores de vehículos.Por otra parte, la utilización de este tipo de cristales aumenta el grado de inseguridad si se subraya el hecho de que muchos de los automotores que se roban para cometer delitos son precisamente con vidrios polarizados, ya que los delincuentes se sienten de alguna manera protegidos.
Existe a nivel nacional una disposición establecida en la reglamentación (anexo F inciso 1.9.1.4) del artículo 30 inciso F de la Ley Nacional de Tránsito Nº 24.449, en el título 5 que se refiere al vehículo y sus características, que discurre sobre la prohibición del uso de vidrios polarizados en un porcentaje que excede el 25% (el permitido).
También a escala local existe una ordenanza (Nº 8355) que versa sobre el tema, presentada por el concejal Sergio Menéndez (UCR) y aprobada por unanimidad por el cuerpo legislativo en abril pasado.
Consultado respecto de los trabajos previstos por parte de la Municipalidad en materia de regularización de cristales polarizados de los vehículos, el arquitecto Luis Zatti, secretario de Servicio, Planificación y Gestión del Desarrollo Municipal comentó a UNO que, si bien hasta el momento no se realizaron controles, debido a que están abocados al control de remises y del transporte urbano de pasajeros de colectivos, una vez concluida la diagramación de los inspecciones comenzarán a planear la mejor forma de implementar la normativa.
“El intendente Julio Solanas nos encomendó que tratásemos el tema”, dijo Zatti y señaló que lo que debe hacer el área es interpretar y adaptar las bases de la ley nacional. El funcionario recordó que se trata de una ley nacional obligatoria.