E
n la mañana de ayer, los compañeros de Fernanda —alumnos del Complejo Educativo Parroquial San Benito Abad— participaron en la marcha organizada con motivo del cumplimiento del noveno mes, y con el fin de reclamar el esclarecimiento del caso. Junto a ellos, marcharon algunos vecinos de San Benito y la madre de la joven, María Inés Cabrol.Al ritmo de cánticos religiosos, la breve columna de gente caminó desde la puerta del colegio hasta la casa de los Aguirre, la cual continúa con su frente lleno de leyendas esperanzadoras escritas en aerosol.
En ese lugar, un grupo de compañeros de la niña de 14 años mencionaron una serie de intenciones: “Te extrañamos, sufrimos tu ausencia, te esperamos. Quisiéramos que todos estos momentos difíciles hayan sido sólo un mal sueño. Pensar que sos un dulce milagro de Dios y manos malhechores te sacaron de tu mundo. Pero eso, mientras nuestro corazón siga latiendo y vos no aparezcas, vamos a pedir justicia”.
“Les digo la pura verdad, nos vamos a enloquecer porque es cada vez más desesperante estar esperando que se sepa algo de Fernanda sin tener nada”, dijo ayer María Inés Cabrol, la madre que sostiene que Fernanda permanece con vida y que “está pidiendo ayuda y nadie hace nada por ella”.
“Para mí no hay justicia porque han pasado nueve meses y ni siquiera sabemos qué hicieron con Fernanda. Me dicen ‘tenemos todo reconstruido, pero no sabemos qué hicieron con Fernanda’; o sea que hasta el momento no sabemos nada. Están investigando quién estuvo detrás de todo esto, pero no están buscando a Fernanda”, indicó.
Cabrol está convencida de que las notas halladas en otras provincias fueron escritas por Fernanda y que a pesar de esa señal, no hay avances en el caso. “Yo hablé con el Gobernador y me dijo que él no podía hacer nada más; o sea que nadie puede hacer nada por ella”, indicó.
La mujer recordó que cuando Fernanda llevaba 24 horas de desaparecida, recibió un llamado telefónico que señalaba que se encontraba en una casa del Barrio La Delfina. Contó que concurrieron a buscarla “pero la policía no fue, nadie se hizo presente porque decían que es un barrio peligroso. Pero, entonces, para qué tenemos justicia y policía si le tienen miedo a los malandras y a la gente. Estoy segura de que si le hubieran secuestrado una hija a un policía o a un juez, ya la hubiesen encontrado”, remató.