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� Pero según sus declaraciones este sería el menor de los problemas puesto que además, habría acosado sexualmente de algunos de los niños e incluso habría incurrido en abuso deshonesto.Juan Carlos Almirón, padre de uno de los chicos involucrados, comentó a Uno que “tenemos miedo que esto pase a mayores porque se trata de chicos de corta edad, por eso radicamos una denuncia en la comisaría cuarta”, y agregó: “Los chicos están hablando de a poco ya que los amenazó para que no dijeran nada. A un chico, que fue al que más daño le causó, se le apareció ayer en la escuela para intimidarlo y, además, lo invitó a que se fuera con él. También se apareció en la escuela de mi hijo, estuvo a una cuadra, y trató de averiguar qué íbamos a hacer los padres con él”.
Almirón, que estaba acompañado por otro grupo de padres y madres –todos pertenecientes al barrio Francisco Ramírez– manifestó que “sabemos que llevó chicos de la zona de calle Francia y de Villa Yatay. El lunes fuimos a Santa Fe y hablamos con Juan Carlos Roteta –Coordinador General del fútbol Amateur del club Unión Santa Fe– y los profesores y se agarraban la cabeza porque no podían creer que este tipo haya hecho eso. Ahora queremos seguir porque parece que ha hecho lo mismo en otros barrios y queremos denunciarlo. Si alguien sabe otra cosa que se anime y hable para que no haga daño a más chicos”.
Los padres no dudaron del hombre puesto que llegó a organizar partidos con el club de la vecina orilla y además, a instancias suyas, un chico fue fichado.
Almirón relató que conoció al estafador porque “me lo presentó un señor del barrio, ya que iba a llevar chicos a Unión de Santa Fe, y dijo tener relación con la escuelita de Roteta y por eso empezamos la relación”.
La indignación de los padres fue creciendo debido a que la estafa económica inicial dejó lugar al hecho de que algunos chicos habían sufrido acoso por parte del desaprensivo manager. Al respecto, Almirón contó que “este señor comenzó a decirnos que jugaba en Paraná Campaña y que iba a llevar a los chicos a jugar allí. Pero eso era mentira porque él atacaba cuando los chicos estaban solos. Si sabía que estaban los padres no lo hacía. Atacaba adonde sabía de chicos que no tenían papá. Este hombre empezó a atacar allí. En un caso habló con la madre y le llevó el hijo diciéndole que lo llevaba a jugar un partido de fútbol al campo y no lo llevó y lo tuvo en una pieza encerrado sin dejarlo salir, en una pensión donde estaba viviendo, en calle Pringles 120 o 122”.
Para confirmar las denuncias por acoso contó que “mi hijo vio cómo le tocaba la cola a los otros chicos. Es un hombre que en la sociedad no puede estar porque es un peligro, por eso necesitamos que las autoridades intervengan. Hice la denuncia por estafa y acoso sexual, en perjuicio de todos los chicos porque él aprovechaba cuando estaba solo y les hablaba a todos los chicos. Cuando estaba con los padres era un santo, un señor, pero cuando estaba solo con los chicos los empezaba a acosar y les decía ‘ustedes no digan nada, porque si dicen algo no los llevo más’ y un chico de 13 años con la ilusión que tiene, de haber jugado con Unión y que además lo llevó a practicar, qué va a hablar”.