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odo comenzó poco después de las 21, cuando tres delincuentes armados ingresaron al local de panadería de Maximiliano Barreto, de 24 años, a quien asaltaron y como botín se llevaron una balanza electrónica, con la que emprendieron la fuga.Lejos de amilanarse , Barreto inició la persecución de los maleantes, que empezaron a desplegar su máxima violencia cuando uno de ellos comenzó a disparar con un revólver para cubrir su huida, así lesionó a Barreto en las piernas.
Para este momento, un funcionario policial que se encontraba ocasionalmente en la zona, agente Mariano Morath, al escuchar las detonaciones del arma corrió hacia el lugar y observó a los maleantes cuando corrían tratando de escapar con la balanza; allí, sin tiempo para requerir ayuda y con la posibilidad solamente de reducir a uno de los malvivientes, tomó intervención y lo detuvo.
Moraht, quien cumple funciones para la sección Cuerpo y Guardia de la Jefatura Departamental Paraná de Policía, se comunicó con la dependencia jurisdiccional. El caco fue inmediatamente trasladado a la Comisaría 6ª, donde se lo identificó como Alejandro Lalanda, de 24 años, a quien se lo puso a disposición del juez de Instrucción de turno, doctor Jorge Barbagelata.
En uno de los pasillos por donde huyeron los cacos se recuperó la balanza que había sido robada. Mientras que el comerciante, tras ser asistido, retornó a su domicilio. De averiguaciones posteriores se pudo establecer que Lalanda se domicilia en barrio Progreso de nuestra ciudad y, en la dependencia policial, los investigadores lograron conocer que los otros dos delincuentes que lo acompañaban y que lograron darse a la fuga serían de apellidos Vega y Alvarez, del barrio Giachino.
Es la segunda ocasión en lo que va de la semana que personas damnificadas por robos emprenden la actitud de perseguir al ladrón, con el objetivo de recuperar el bien sustraído y de castigarlos, cosa que compromete al ciudadano que toma esta iniciativa en un emprendimiento más que riesgoso. (El Diario)