I
mpotencia, dolor e injusticia era lo que producía ver el cuerpo sin vida del pequeño Alexis Adrián Barrios al lado de la bicicleta; a un costado su padre, Marcelino Barrios, no encontraba ni explicación ni consuelo para semejante tragedia. Con su voz cortada por el llanto, alcanzó a decir a El Sol-Tele 5 que el pequeño iba hasta lo de su abuela en busca de la madre. «El camionero se lava las manos; aquí nadie vio nada», agregó luego, sin poder seguir hablando.De acuerdo por lo relatado por la gente del lugar, Alexis y el amiguito iban jugando mientras circulaban en bicicleta, lo que habría ocasionado la pérdida de equilibrio del pequeño justo cuando pasaba el camión a su lado. La rueda trasera izquierda fue la que aprisionó la cabeza y parte del pecho del niño. Alexis murió a seis cuadras de su casa y a metros del obrador donde trabaja el conductor del camión. Quebrado por lo sucedido, Alejandro Hernández, de 32 años, de la empresa HORNUS, contó: «recién terminaba de trabajar y venía a firmar la tarjeta para irme a mi casa a descansar. El chico venía circulando (en bicicleta) con otro pibe (también en bicicleta) bastante lejos de las ruedas, pero se ve que el otro lo empuja y se me metió debajo de las ruedas; no lo voy a hacer a propósito. Me siento mal porque podría ser mi hijo». Hernández era uno de los tantos trabajadores del obrador que le compraba el pequeño Alexis las naranjas que este vendía para ayudar en su casa.
Fuente EL SOL DIGITAL