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ace un par de días atrás se produjo la declaración testimonial en el Juzgado de Héctor Vilarrodona de un testigo que informó que el posible autor del homicidio de la suboficial Silvia Depardón, sería el interno de la Unidad Penal I de Paraná, Héctor Pagliaruzza.
La causa que parecía morir en los estrados judiciales, se revitalizó de tal manera que, una vez que finalice la feria, se solicitará que el preso mencionado sea trasladado al juzgado para que declare como imputado del hecho ocurrido el 5 de octubre de 2003.
La novedad fue confirmada por el querellante Marcos Rodríguez Allende. El letrado informó a UNO que “se han producido serios e importantes avances en la investigación para determinar el o los autores responsables del asesinato de Silvia Depardón”.
En este sentido, comentó que “se preservará la identidad del testigo clave y las pruebas que se han incorporado a los fines de no entorpecer la presente instrucción”. Sin embargo, Rodríguez Allende dijo: “Sostenemos que los dichos del testigo y los elementos probatorios existentes son suficientes para conformar un estado de sospecha para llamar a indagatoria al menos a uno de los sindicados, que sería Héctor Pagliaruzza”.
Los nuevos aportes fueron acercados al juez Villarrodona quien dispuso su producción y en muy pocos días deberá resolver el pedido de los querellantes particulares Rodríguez Allende y Alejandro Grippo.
“Según las probanzas que ya han sido acercadas al juez instructor, Pagliaruzza se vería comprometido al determinarse que los objetos personales que fueron sustraídos a la suboficial, los tenía el interno quien pretendió hacerlos desaparecer, pero también el testigo clave aseveró que además fue el autor del disparo letal”.
El abogado recordó que “la suboficial, literalmente fue ejecutada de atrás con un disparo que le ingresó en la parte posterior de la cabeza. Ella no pudo defenderse del aparente intento de robo”.
Ante esto, se aguardará con expectativa en el seno de la de la familia de la policía asesinada las derivaciones y nuevas medidas que disponga el magistrado interviniente.
Historia repetida
El crimen de Depardón en la Justicia no había podido ser aclarado. En julio de 2004 se realizó el juicio oral y público a Carlos Villanueva, quien estaba acusado del robo seguido de homicidio de la suboficial de Policía, sin embargo la Sala I de la Cámara del Crimen, frente a las nulas pruebas, absolvió de culpa y cargo al acusado.
Villanueva, en el juicio, aseguró que era inocente del crimen.
Depardón fue asesinada de un balazo en la cabeza al ser asaltada para sustraerle la cartera en la intersección de las calles Montiel y Luján, en cercanías del barrio Gaucho Rivero.
El hecho ocurrió alrededor de las 6, cuando Silvia Claudia Depardón, de 33 años, retornaba a su casa ubicada a unos 500 metros del lugar del crimen, luego de haber realizado un adicional en el Instituto de Ayuda Financiera a la Acción Social (Iafas). Allí, fue interceptada por un hombre, quien tras sustraerle la cartera, le disparó con un arma de grueso calibre. Al parecer, el delincuente habría decidido ultimar a su víctima al comprobar que la misma era funcionaria policial. Desde un primer momento se mencionó la posibilidad de que en el lugar del crimen estuviera un preso de la Unidad Penal Nº 1 de Paraná, que tenía el beneficio de salidas sociofamilares.
Depardón, que prestaba servicios en la Dirección de Institutos Policiales, era madre de dos niños y se convirtió en la primera mujer policía abatida en la provincia.
Las primeras informaciones revelaron que fue muerta con una escopeta recortada de un calibre aún no determinado. (UNO)