P
ara el mes de octubre estaba prevista la entrega de 24 viviendas que, luego del correspondiente sorteo, el Instituto Autártico para la Vivienda adjudicaría a quienes se encuentran anotados para tal fin.Estando en un 90% culminada la obra, la empresa constructora debió recurrir a la justicia por la presencia de intrusos. Ante esta situación el IAPV no puede recibir la obra hasta tanto la empresa, vía judicial, libere las casas.
En función de esto el IAPV recurrió al Ministerio de Acción Social y al Intendente de Paraná en busca de una pronta solución “para esas familias que seguramente tomaron esta determinación producto de la desesperación en algunos casos o del oportunismo en otros”, comentó José Cáceres responsable del IAPV.
Desde la Municipalidad se maneja la posibilidad de construir viviendas para esta gente en la brevedad en unos terrenos pertenecientes a la comuna, para lo cual mientras tanto debería acordar el abandono de estas nuevas viviendas a terminar. Como sea esto es una moneda de cambio y los paranaenses que hacen lo correcto tienen razones de sobra para molestarse.
Los vecinos están muy indignados porque esto no es la primera vez que acontece y en la mayoría de los casos los ocupantes se quedan con las viviendas, ofreciendo al estado pagar las cuotas correspondientes y haciendo los papeles respectivos.
El planteo de los inscriptos en la lista de espera del IAPV es: “parece que hay que actuar así”, “tendríamos que meternos para que nos den una casa”, “acá todo funciona por izquierda”, entre otras palabras de enojo que los interesados que día a día se acercan al Instituto a preguntar por la situación manifestaron a INFORME DIGITAL.