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Es mucha plata. Y de allí que todos los años, desde hace dos décadas, el reparto de la cuota origine sórdidas disputas. Para favorecer a uno u otro sector, según cada gobierno, los parámetros de distribución han sido modificados 14 veces desde que la Unión Europea otorgó en los 80 la cuota a la Argentina.

Hoy, cerca de un 40% de la cuota se distribuye en base a amparos judiciales. En paralelo, el sector se estancó. Metido en la pelea por la Hilton, casi no recibió inversiones. Alguien, sabiamante, bautizó a la Hilton como "el cáncer" de la industria.

Para salir de este enredo, cerca del secretario de Agricultura, Miguel Campos, comenzó a madurar un proyecto para eliminar de cuajo el problema. Según esta iniciativa, no habría más distribución de Hilton entre empresas. El frigorífico que quiera vender a Europa deberá solicitar los permisos de exportación y tendrá que pagar al Estado una suma casi similar al subsidio, de unos 2.500 a 3.000 dólares por tonelada. El sobreprecio actual por la Hilton sería así exiguo.

Agricultura podría recaudar así unos 70 millones de dólares al año, que se planean destinar al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que podría triplicar su actual presupuesto, de unos $ 140 millones. Para tentar a los privados a aceptar la reforma, sus ideólogos dicen que con esa inyección de recursos se podrían eliminar las gravosas tasas que deben pagar productores y frigoríficos para sostener al Senasa. Los primeros desembolsan 0,90 peso cada vez que deben mover una vaca. Las plantas de faena deben pagar 1,85 peso cada vez que la matan.

Otra iniciativa para desactivar las históricas peleas por la Hilton surgió del Grupo Pampa y será elevada en las próximas horas al jefe de Gabinete, Alberto Fernández. La presidente de la Comisión de Agricultura de Diputados y coordinadora de ese grupo, María del Carmen Alarcón, explicó que se propone efectuar en adelante "una licitación pública con todos los requisitos y normas que ya se establecieron para los adjudicatarios".

Esta variante también apunta a reducir el subsidio al sector, porque cada frigorífico que quiera licitar deberá pagar por el pliego una suma equivalente al 20% del valor FOB de la Hilton, cerca de 1.600 dólares por tonelada. El Estado así podría generar un fondo cercano a los 120 millones de pesos, que también tendría, según Alarcón, como destino la modernización del Senasa.

La legisladora propugna que el Estado haga la reforma por decreto antes de la próxima distribución, en junio próximo. En el Ejecutivo, sin embargo, no ven con buenos ojos este mecanismo, ya que consideran que una licitación profundizará la concentración de la Hilton en pocas manos, justamente lo que quieren evitar en Agricultura. Allí prefieren cambiar las cosas a través de un proyecto de ley.

Como sea, en ambos casos las propuestas apuntan a que el Estado recupere para sí el subsidio. El momento parece el más oportuno. Con exportaciones en aumento, los embarques Hilton aportan actualmente menos del 20% de las divisas del sector cárnico, que en 2004 rozaron los US$ 1.000 millones. Queda claro que a los frigoríficos no se les acabaría el negocio.