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En ese lugar también admitió que hay que tener "cuidado con tocar los salarios", ya que, a su criterio, "hay grupos económicos que lo que pretenden es repetir el modelo de hace diez años".

Con respecto al mismo tema, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, dijo que desde el Gobierno están más "atentos que preocupados" por el asunto.

En tanto, la presidenta del Centro de Educación para el Consumidor (CEC), Susana Andrada, advirtió que si aumentan las tarifas de servicios públicos "puede haber un rebrote de precios" y terminar el año con una inflación "superior a la proyectada por el gobierno" que es del 8 %.

Andrada reconoció que "existe preocupación por la suba de precios de enero", pero aclaró que "si no se ajustan las tarifas de servicios públicos no hay peligro de rebrote inflacionario".

Explicó que muchos aumentos son estacionales "como la hotelería o las verduras, pero otros como las de las prepagas, escuelas privadas y tarifas de taxis llegaron para quedarse, como otros incrementos delicados del 10 %, desde desde enero en alimentos, harinas y derivados y productos lácteos".

Andrada denunció que en la comercialización de los productos lácteos y gaseosas "hay mercados oligopólicos muy difíciles de enfrentar porque las empresas concertan precios y determinan el valor de los de los productos en el mercado".

Dijo que su entidad le propuso a la Subsecretaría de Defensa del Consumidor "realizar un estudio sobre la estructura de costos de las empresas para poder transparentarlos en relación con los precios, pero hasta ahora el sector privado se ha negado sistemáticamente".

"Las empresas no quieren ser investigadas sobre sus costos porque no les conviene", señaló Andrada.

Andrada se mostró de acuerdo con la reducción del IVA a las compras en efectivo que impulsa el gobierno y pidió una baja del 10 % en los productos que conforman la canasta básica de alimentos.

El CEC pidió que ese descuento se aplique a los 65 productos que conforman la canasta básica de alimentos, pasando del 21 al 0,5 % la alícuota del IVA.

"Consideramos que es necesario teniendo en cuenta que a partir de la salida de la convertibilidad y hasta nuestros días, los precios de la canasta básica de alimentos aumentaron aproximadamente un 170 %", agregó.

Opinó que los sectores de menores recursos "son los más perjudicados" con las subas de precios, porque "suelen gastar cerca del 80 % de sus ingresos para poder comer".

Andrada reclamó también la fijación de políticas que atenúen el impacto de los precios de aquellos productos que al ser exportados, se ven afectados por los valores del mercado internacional.