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Reducir cuatro horas la jornada laboral y llevarla a 40 horas semanales, que es el promedio en todo el mundo, significaría generar trabajo genuino, aumentar el consumo, dinamizar la economía, posibilitar la mejora de los salarios y de la rentabilidad', afirmó Rueda en declaraciones a una radio porteña.En ese marco, la gremialista agregó que, además, habría una 'mayor distribución de la riqueza y un aumento de la misma'.
Para Rueda, la jornada laboral se baja si 'se cumple con la ley, que estipula que hay un máximo de 48 horas semanales, y con los convenios colectivos que en su mayoría fijan 44 horas'.