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esde hace varios días, sus allegados se habían juntado alrededor de su cabecera. Entre ellos, su hija Rebecca, actriz casada con el actor británico Daniel Day-Lewis, sus nietos, y su compañera 55 años menor que él, la pintora Agnes Barley.Autor de clásicos como 'Muerte de un viajante' (1949) y 'Las brujas de Salem' (1953), y ganador del premio Pulitzer, Miller falleció el jueves poco antes de las 22H00 locales (03H00 GMT del viernes).
'Todos sus hijos y algunos de sus nietos estaban con él (...). No estoy segura de saber en qué medida, al final, él estaba consciente de su presencia', dijo Copeland, en cuyo apartamento el escritor pasó las últimas semanas.
Miller se convirtió en un héroe de la intelectualidad de izquierda estadounidense durante el macartismo, cuando fue llamado ante el Comité de Actividades Anti-Estadounidenses de la Cámara de Representantes en 1956 y rehusó nombrar a los comunistas que conocía.
'Era un hombre valiente, toda su vida fue valiente, y esperaba poder ser capaz de combatir la enfermedad por un tiempo. Pero claro que no siempre es posible', sostuvo Copeland.
'El cáncer fue diagnosticado hace algunos meses. Fue muy doloroso, muy doloroso. Pero estuvo acompañado todo el tiempo que pasó aquí y pudo disfrutar de visitas breves. Estaba al corriente de todo, escuchaba música y teníamos gente a cenar casi todas las noches', señaló.
'Nunca perdió la conciencia mientras estuvo aquí. Su espíritu era bueno. Tenía un poco de dificultades para hablar, pero era capaz de comunicarse con las manos, con movimientos de cabeza (...). Las últimas dos semanas estuvo confinado en la cama. El deterioro de las dos últimas semanas fue impresionante. A veces no quería ver a nadie', añadió.
Miller había sido dado de alta del centro oncológico Memorial Sloan Kettering de Nueva York hace unas semanas, para vivir en el apartamento de su hermana. A pedido suyo, había sido trasladado el martes a su hacienda del siglo XVIII de Roxbury, en Connecticut, que había adquirido en 1958, durante su célebre matrimonio con Marilyn Monroe.
Sobre sus funerales, Copeland señaló que no está segura de los proyectos inmediatos de la familia.