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a quita de la deuda, el crecimiento de la economía y el paulatino descenso de los índices de desocupación serán tres de los ejes sobre los cuales transitará el mensaje del presidente Néstor Kirchner, en su tercera presentación ante el Congreso desde la llegada al gobierno.La ocasión será la apertura del período de sesiones ordinarias, que todos los primero de marzo reúne a diputados y senadores en asamblea para escuchar el balance de gestión presidencial.
El primer discurso de Kirchner ante los legisladores fue en el acto de asunción, el 25 de mayo de 2003. Volvió al Congreso en marzo del año pasado, para inaugurar por primera vez un período de sesiones.
En sus mensajes previos, el presidente desplegó frases que se convirtieron en verdaderas marcas de comunicación y fueron recordadas en el tiempo tanto por sus críticos, quienes subrayaron incongruencias, como por los aduladores, que las levantaron como banderas de principios.
"No somos el proyecto del default", "no se puede pagar deuda a costa del hambre", "quiero que seamos un país serio", figuraron entre las expresiones más recordadas que el presidente esparció en el recinto de la Cámara de Diputados.
El viernes pasado, el Justicialismo se encargó de confirmar puntillosamente las presencias de diputados y senadores propios para la sesión del martes.
A sabiendas de que la política es un juego de representación, el oficialismo del Congreso busca evitar que un exceso de butacas vacías y aplausos débiles empañen la repercusión del discurso.
La sesión comenzará excepcionalmente temprano, a las 8:30, porque Kirchner tiene en agenda viajar luego a Montevideo para participar de la asunción de Tabaré Vázquez como presidente de Uruguay.
El Congreso amanecerá el martes embanderado y rodeado de un masivo dispositivo de seguridad.
Kirchner arribará por la explanada de la avenida Entre Ríos junto a su esposa, la senadora Cristiana Fernández quien, como lo hizo en las dos oportunidades anteriores, ocupará luego un lugar en el recinto junto al resto de los legisladores.
Una vez en el interior, el presidente estará flanqueado por el vicepresidente Daniel Scioli y el titular de la cámara baja, Eduardo Camaño.
Las medidas de seguridad para el martes exceden el despliegue estrictamente policial: se chequeó el funcionamiento de 118 matafuegos, se reservó un grupo electrógeno y se requirieron cuatro ambulancias: dos del SAME, otra suministrada por la Policía Federal y una cuarta de uso exclusivo de la presidencia.
La señal de televisión será tomada por Canal 7 y podrá ser repetida por el resto de las emisoras, pero en el interior del recinto se instalarán dos pantallas gigantes para que los asistentes puedan captar la llegada del presidente al Congreso.
Otras dos pantallas se instalarán en el Salón de Conferencias de la Cámara de Diputados y en el Salón Illia, del Senado, para quienes queden afuera del recinto.